jueves, 18 de diciembre de 2014

EL MUÉRDAGO DE NAVIDAD

Dice Frazer que desde tiempo inmemorial el muérdago ha sido objeto de veneración supersticiosa en Europa. Era venerado por los druidas que creían que el más sagrado muérdago es el que crece en el roble, según cuenta Plinio, en diciembre era cogido por los druidas celtas para utilizarlo en ritos de fertilidad (Cirlot, 1982). Los celtas y posteriormente los galos lo veneraban. El día de san Juan se recogía muérdago en Lombardía para hacer una cocción que servía para hacer el denominado aceite de san Juan, que curaba las heridas. En Francia era remedio contra la epilepsia, en algunas zonas de Inglaterra se consideraba  que protegía contra brujería y hechicería y daba suerte para el nuevo año.
Muérdago. Foto propia

El muérdago ha tenido usos bien medicinales, bien mágicos. En el mundo moderno muchas veces el uso mágico se transforma  en una simple idea de buena suerte o incluso adquiere un contenido estético. Así creemos que pasa con el muérdago, especialmente  utilizado en la Navidad de la Europa nórdica y central, pues en España hasta hace bien poco su uso no era notorio entre los adornos navideños. En los últimos años he visto que se vende como adorno navideño en la Plaza Mayor de Madrid y en algunos puestos de flores. También he encontrado platos de porcelana adornados con hojas de muérdago en una elegante tienda de la calle Padilla de objetos de mesa y he pensado que eran para Navidad.
Platos de porcelana con adorno de muérdago.
Foto propia


"El árbol maravilloso en la verde fronda, del cual brillan chispeantes reflejos dorados. Así como en el frío invierno muestra el muérdago su perpetuo verdor y lozanía, huésped del árbol que no lo produjo, y entinta de amarillo con sus bayas el umbroso tronco, así aparecerían sobre el follaje de la encina las hojas áureas y así susurraban las doradas hojas a la brisa apacible"  (Eneida,VI, citado por E. Cirlot). El muérdago da fruto en diciembre tal vez por eso se ha relacionado con la Navidad y ha sido una de las plantas cuyas ramas adornan las cenas navideñas y se colocan sobre la mesa.”Pusimos el mantel blanco bordado por mi madre que solo se usaba para Navidad, los platos de porcelana blancos con hojas de muérdago en los bordes, los cubiertos de alpaca, las copas de cristal…Un centro de mesa hecho con ramas de pinos y muérdago perfumaba el aire” Yolanda Scheuber, El largo camino de la estepa rusa a la pampa argentina, p.108
Venta de muérdago en la Plaza Mayor de Madrid.
Foto propia

miércoles, 12 de noviembre de 2014

LOS PADRES DEL DESIERTO: UN NUEVO CONCEPTO DE SANTIDAD

Cuando la religión cristiana es aceptada en el Imperio romano los ascetas son los nuevos mártires incruentos que al retirarse del mundo pasan una vida llena de penalidades buscando a Dios. En la mitad del siglo III el monacato se extiende por la región del Nilo, Siria, Palestina, Capadocia e incluso por Hispania y Germania.
 Monasterio de San Sabas
La Tierra Santa

Pero es especialmente en el Egipto del siglo IV donde surge este tipo de santidad relacionada con la huída del mundo para vivir según las Escrituras. Egipto era un país crisol de culturas y muy helenizado, donde el cristianismo penetra a través de misioneros de habla griega, y se desarrolla y crece en le época de Constantino coincidiendo con la edad de oro del monaquismo egipcio. Aunque se ha considerado que este movimiento de retirada del mundo está influenciado por el gnosticismo egipcio, en la actualidad se piensa que tiene más influencias judías y de la Biblia.
En Siria se forman comunidades de hijos e hijas de la alianza que viven apartados y son célibes, este modelo pasa a Egipto y se empieza a utilizar la palabra monachos. Existían entonces varios tipos de ascetas: había unos que abandonaban sus pueblos y se iban a vivir al desierto, estos eran los anacoretas que se retiraban por diferentes motivos, unos religiosos otros no tanto; y también había otro tipo, el monje que vive en los márgenes de la sociedad.
Estos monjes se caracterizan porque tienen una relación especial con la Escritura, el cristianismo pasó de la cultura oral a otra basada en el libro o textos escritos, usando  especialmente códices. Existe una relación entre el uso del códice y la difusión del cristianismo, ya que por su pequeño tamaño el códice era fácilmente transportable, se usaba  en las ceremonias litúrgicas y para leer las Escrituras. Cuando la Biblia se traduce del griego  al copto los monjes pudieron leerla en su idioma y esto aceleró la cristianización y el monaquismo. Este cristianismo no solo se escribe sino que es oral, se transmite por medio de la palabra hablada. Muchos monjes recibieron las Escrituras de forma oral, y en un momento dado las recibieron en ambas formas. Hay textos orales y textos escritos, los textos orales se fijan en la mente y en el corazón y los textos escritos se fijan en un libro.
San Antonio se desenvuelve en este ambiente, pertenece a una familia acomodada que a la muerte de sus padres decide abandonarlo todo y dárselo a los pobres para vivir en el desierto. Se trataba de un renunciante seguramente. Era una manera de acceder a la santidad aunque había otras fórmulas que llevaban a cabo los filósofos paganos. Para Peter Brown el gran cambio religioso de la Antigüedad tardía es el hecho de que la santidad cambia de lugar, pasa a ubicarse en ciertos individuos. Y el lugar donde buscan la santidad los cristianos es en el desierto, el monaquismo suponía un alejamiento de la sociedad del momento, para vivir en soledad, en silencio y de la Palabra de Dios. Por medio de la reclusión alcanzaban la libertad para vivir según las Escrituras. El locus físico de estos monjes era el desierto y su celda, el lugar donde habitaban. A veces esta huida no era por fortaleza, sino todo lo contrario para luchar contra las debilidades personales, para limar el carácter…
Su sistema de aprendizaje se basaba en preguntas y respuestas, preguntas que nacen en la soledad del desierto, contestadas por los ancianos. Así hacen con las Escrituras y así componen los llamados Dichos de los padres del desierto, que son a modo de conversaciones que surgen en la vida cotidiana del movimiento eremítico en el Bajo Egipto. Las palabras de los ancianos eran conservadas como una herencia importante que servían para la vida, se comenzaba pidiendo:”Abba, dime una palabra”, se trata de palabras poderosas dichas en determinadas circunstancias y cargadas de significado. En principio se conservan de forma oral y luego pasan a ser escritas. El hacer de los monjes se componía de la synaxis o recitación en común de las Escrituras y la meditación que era una práctica solitaria de reflexionar en la celda sobre uno o dos versículos de la Escritura.

El precursor del monacato es Orígenes, primer escritor cristiano que expuso la doctrina ascética y la mística de los monjes. Quien dice, no es un lugar donde se ha de buscar el santuario, sino en los hechos. Pero será Antonio el primer gran monje muy afamado por la lucha contra el Demonio, él pasa por diferentes etapas de vida monástica: reclusión en un castillo abandonado, viajes a Alejandría, éxodo al desierto cerca del Mar Rojo. Se dedica a tres funciones: trabajo manual,  oración continúa y lectura de la Biblia.
Pacomio es el padre del cenobitismo, de origen pagano servía para el ejército romano en Egipto. Se hace cristiano y decide llevar vida eremítica en el desierto de Palamón. Dirige una colonia de anacoretas a los que instruye en la vida de comunidad auténtica y estable de hermanos y no un conjunto de solitarios. Da importancia a la recitación común de la Escritura y la plegaria continúa.

En Siria los primeros padres son Hilario, Efrén, Simeón Estilita; en Palestina, san Sabas se instala cerca de Jerusalén en el desfiladero de Cedrón, pronto tendrá un montón de seguidores por lo que construye la Gran Laura en el 483, escribe una compilación canónica llamada Typikon, que es a su vez calendario, ceremonial y ritual. La tradición monástica pasa a Occidente por medio de Evagrio y Casiano. Evagrio es el creador del misticismo monástico y un autor importante del desierto egipcio. Casiano es el transmisor de las doctrinas de Evagrio, nació en Scytha, actual Rumanía, de familia cristiana que decide ir a Palestina y de allí a Egipto a conocer a los padres del desierto donde reside por veinte años. Después vuelve a Europa y se establece en Marsella hacia el 415 donde funda el famoso monasterio de San Victor, escribe un libro, las Instituciones y más tarde las Colaciones o conferencias, divididas en tres libros que versan sobre las cuestiones de la vida monástica. A través de sus escritos y fundaciones la vida de los padres del desierto pasa a Occidente.
Collationes patrum texto impreso en 1476.
Foto BDM
Bibliografía
Burton-Christie, Douglas, La Palabra en el desierto. La Escritura y la búsqueda de la santidad en el antiguo monaquismo cristiano. Madrid: Siruela, 2007
Masoliver, Alejandro, Historia del monacato cristiano. I. Desde los orígenes hasta san Benito, Madrid: ediciones Encuentro, 1994

domingo, 12 de octubre de 2014

EL CULTO A LAS RELIQUIAS DE LOS SANTOS

El cristianismo se caracterizó desde casi sus orígenes por el hecho de dar culto a los primeros mártires y después a otro tipo de personas consideradas santas. Según W. Christian en España la devoción popular estaba centrada en los cuerpos y  reliquias de los santos como san Martín de Tours en Galicia, santa Eulalia en Mérida y san Vicente Mártir en Valencia, Zaragoza y Sevilla. Se dice que el cristianismo popular es materialista más que espiritual, pero creo que no se entiende el profundo significado del culto a las reliquias de los santos.
Origen:- Uno de los mejores estudios sobre el culto a las reliquias es un artículo del Dictionnaire d'archéologie chrétienne et de liturgie escrito por Henri Leclercq, titulado “Reliques et reliquaires” . En principio el término reliquia es tardío, en el siglo IV en África se las designaba bajo nomen o nomina, reliquia era más bien una palabra utilizada por los paganos para quienes significaba el cuerpo o las cenizas del difunto, es a finales del siglo IV que los cristianos de África comienzan a emplear la palabra reliquiae, y este término se encuentra muy a menudo en san Agustín. Uno de los primeros textos en el que se habla del valor de las reliquias es el Martyrium Ignatii hacia el 110 en el que se habla de tesoro inestimable para los fieles, a causa de la gracia residente en el mártir. Se trata de influencias espirituales o baraka del árabe y hebreo. El culto a las reliquias no es libre hasta el edicto de Milán, aunque en las catacumbas podía darse y de hecho se edificaba el altar sobre los cuerpos de los santos el día del aniversario del suplicio o se celebraba el santo sacrificio sobre la tableta del arcosolium que las contenía. En el siglo IV en la cripta de san Hipólito la mensa o mesa, es decir el altar, estaba puesta sobre el cuerpo de san Prudencio.
Panel explicativo de la colocación de las reliquias
en el altar de una iglesia visigoda. Museo d´Historia de Barcelona
Foto Concha Alarcón 

En Oriente acostumbraban hacer traslados de reliquias, era un acontecimiento en Constantinopla, y en Occidente en el siglo III los cristianos comienzan a hacer lo mismo. Cuando no hay traslado tiene lugar la distribución de reliquias u objetos santificados por el contacto con el mártir. La negativa de dar a los fieles los restos de un mártir no impide a la Iglesia conmemorar el aniversario, así se van creando los registros con nombre y aniversarios y se elabora el calendario local marcado por solemnidades. Con la paz de la Iglesia se potencia el culto a los mártires manifestándose en los aniversarios y las tumbas. Se descubren tumbas, a veces por un fenómeno sobrenatural.
De todas las reliquias las más preciadas son las de Cristo: la Pasión, los testimonios mudos de los milagros, etc. En Jerusalén se daban culto a la losa que José de Arimatea había hecho rodar delante del sepulcro, la columna de la flagelación o la piedra situada en lo que se consideraba el centro del mundo sobre la que se lavó el cuerpo de Cristo.
La paz y el triunfo de la Iglesia permitió dar un culto solemne y público  a los huesos de los mártires. Roma era un gran centro de reliquias mientras Constantinopla intentaba conseguir algunas, en muchos casos se trataba de brandeas o algunos huesos. La brandea es un objeto, generalmente tejido, puesto en contacto con la tumba. La recepción de las reliquias era un acontecimiento solemne y festivo. Cuando una iglesia se hacía con una reliquia el obispo de la diócesis la depositaba bajo el altar y consagraba la iglesia.
Criptas.- En casos excepcionales en donde se revelaba la existencia de un cuerpo santo se construía una iglesia y se elevaba allí un altar. En este caso la disposición del altar se complica con la construcción de la tumba: el cuerpo era situado en una cripta subterránea y cerrada, el altar se dispone en la iglesia por encima del sarcófago y se comunica por debajo, a través de un pequeño pozo denominado umbilicus u ombligo, con una cámara dispuesta sobre el suelo de la iglesia. El orificio estaba tapado pero una vez al año se abría y se tomó la costumbre de poner un nicho cercano donde se depositaban telas u objetos destinados a ser distribuidos como reliquias del santo. Este dispositivo del ombligo en la losa subsiste en las basílicas patriarcales de san Pedro y san Pablo. Así se construyó la tumba de san Nicolás en Bari entre 1087 y 1089. San Nicolás fue obispo de Myra en el siglo IV, pero sus restos fueron trasladados a Bari cuando los musulmanes conquistaron Turquia. Este santo tuvo una importante influencia en toda Europa tanto iconográficamente como por su festividad del 6 de diciembre, fecha en que se celebra la fiesta del obispillo.


Relicario de san Nicolás de Bari.
Foto propia
Hasta el siglo IV solo los mártires fueron honrados con culto, a partir de entonces se tiene en cuenta la vida sacrificada de ascetas, obispos y vírgenes. Los prototipos son san Antonio, san Hilarión y san Martín de Tours. Sus cuerpos igualmente, una vez muertos conservan poderes sobrenaturales.
En el siglo VI se colocan las reliquias en el altar al dedicar una basílica o hacer lo propio en altares secundarios. También se ponen reliquias en las murallas, otorgando identidad a la comunidad urbana. Las reliquias se convierten en las intermediarias del culto, los santos y sus reliquias serán los mediadores entre cielo y tierra. Esta necesidad de reliquias y el abuso de su tráfico y uso provocaron que dentro de la iglesia hubiera voces disidentes como Vigilancio.
Cantigas.- Las Cantigas de Santa María en el Medievo son un claro reflejo de la religiosidad de su tiempo, en ellas aparecen prácticas religiosas relacionadas con reliquias. Las reliquias curan enfermedades, sirven en tribunales para juramentos y ayudan a la victoria. Dentro de las reliquias reales están las insignes (cráneo, fémur, tibia), notables (mano, pie), las menores (diente y costilla). Aunque en principio las reliquias se ponen en criptas y nichos de los altares, como hemos comentado. Después se crean cámaras del tesoro (armorium, sacrarium) donde se guardan las reliquias, relicarios y otros objetos necesarios para la celebración del culto. Estos lugares especiales son los que atraen a las gentes en peregrinación hasta ellos, este es el caso de algunos santuarios franceses  citados por Alfonso X: Rocamador, la santa Candela de Arrás, el velo de Chartres o las zapatillas de Santa María de Soissons.

Concilio de Trento y Contrarreforma.- Después del Concilio de Trento las reliquias fueron especialmente reverenciadas y la Compañía de Jesús fue una gran impulsora de su culto en época de Felipe II. Esta reverencia no solo era seguida por el gran público sino que formaba parte de círculos más restringidos y aristocráticos. El colegio de la Cª de Jesús de Segovia hacía regalos de reliquias a nobles y al rey Felipe II. Estos colegios jesuíticos fortalecen el culto a María, los Sacramentos, los santos y las reliquias, fomentaron también el culto haciendo de las capillas relicario conjuntos artísticos y centros devocionales. Francisco de Borja, general de la Compañía, fue un gran defensor del culto a las reliquias.

Armarios de reliquias en el monasterio de El Escorial.
Foto propia

Felipe II hizo de El Escorial un fabuloso relicario de piedra, aumentado por su hijo Felipe III y las donaciones de la Cª de Jesús. En el monasterio de El Escorial se custodian unas 2000 reliquias, recogidas en diferentes partes de Europa y España, están insertas en 487 relicarios y se conservan 375 credenciales. En esta época se desarrolla especialmente el culto a los santos terapeutas y a los protectores de cosechas. Pero también hay algunas voces disidentes, como el padre Mariana que se cuestiona la veracidad de algunas reliquias.

En el Barroco hay una reactivación del culto a las reliquias, sobre todo se adecuan espacios en las grandes catedrales: la obra del ochavo en la catedral de Toledo, capilla de las reliquias en la catedral de Burgos, visita del rey Felipe III a la tumba de san Antolín en Palencia, en la catedral de Santiago capilla del Panteón Real y la adecuación de las reliquias de la Cámara Santa en Oviedo.
En realidad la consideración de las reliquias en la Iglesia ha ido variando a lo largo de los siglos, hemos visto como en su origen se daba culto a los cuerpos santos y eso era el fundamento del culto y del altar, también se reverenciaban los objetos tocados con lo santo, y junto a esas reliquias verdaderas se hizo un culto paralelo a objetos y elementos de dudosa procedencia. Creemos que la idea fundamental en cada momento es lo que se considera santo.
Bibliografía.-
Christian, W. "De los santos a María", en Temas de Antropología, Madrid, 1976
García Oviedo, Cristina, "La Compañía de Jesús como difusora del culto de las reliquias en la corte de Felipe II", El patrimonio inmaterial de la cultura cristiana, San Lorenzo de El Escorial, 2013, 461-472
 Leclercq, Henri, “Reliques et reliquaires” en Dictionnaire d'archéologie chrétienne et de liturgie, vol. 14, París
Martín Ansón, Mª Luisa, "Las reliquias en las Cantigas de Santa María", Espacio, tiempo y forma, serie III, Historia medieval, tomo 24, 2011
Ramallo Asensio, Germán, "Reactivación del culto a las reliquias en el Barroco. La catedral de Oviedo y su Cámara Santa en 1639", Liño. Revista anual de historia del Arte, 2005, nº 11

lunes, 1 de septiembre de 2014

AZABACHE: LAPIS GAGATES

Hay ciertas sustancias semipreciosas que se consideran minerales, las cuales de hecho aparecen en los lapidarios antiguos y medievales, pero estas sustancias tienen un origen vegetal o incluso animal. El azabache es una variedad de lignito de color negro proveniente de antiguos bosques fosilizados, a la que actualmente se considera una gema de origen orgánico. Está comprobado su uso desde la Prehistoria, en el Magdaleniense europeo se utilizó como colgante en diversas formas, como cuentas y figuras esquemáticas femeninas relacionadas con la fertilidad y también hay vestigios de la Edad del Bronce por ser objeto de comercio entre los pueblos del Creciente Fértil que se aventuraron hacia la Europa Atlántica (Gómez Tabanera, 1978: 4). El azabache es apreciado por los poderes curativos que se le atribuyen, y ha sido utilizado por diferentes religiones, incluida la cristiana, como amuleto que aleja el mal de ojo. Y también se utiliza para otros objetos religiosos o no como rosarios, imágenes y collares. Hoy en día se encuentra en España, Francia y Alemania, así como en Yorkshire.
Aunque el vocablo latino es gagates en español es azabache, palabra de origen árabe que proviene a su vez del persa.
Algunos lapidarios en los que aparece.-
-Historia Natural de Plinio se habla del gagates en el libro XXXVII, 54 de la.
En los lapidarios hispanomusulmanes:
-Tratado de los simples de Ibn al Baytar tiene descripción de piedras preciosas intercaladas con otros simples en orden alfabético, tomadas de otros tratados orientales y griegos. Del azabache dice que cura de los venenos procedentes de animales.
Es glosado en los lapidarios de tradición occidental medieval donde se describe sus amplias virtudes medicinales y profilácticas: Philippe de Thaon responsable de un conocido bestiario, cita el azabache para la anestesia; Bodleian Hatton, 76, fol.136, De Gagate lapide escrito en Tours en el siglo XII; Bodeleian Digby 13, fol. 17, Gagates lapis, siglo XII; Bodleian  Rawlinson, MS. D.358. pag. 87 Gagas lapis, s. XV; Bodleian MS. Digby 79, fol. 179v. Alexander Neckam: Laudibus divinae Sapientiae y Naturis rerum también habla del azabache (Evans, 1976).
- Gaspar de Morales en su tratado De las virtudes y propiedades de las piedras preciosas en el capítulo 28 coloca al Gagate siguiendo a Jorge Agrícola, Plinio y Dioscórides. Dice que se halla en Lycia y en cierto río de las montañas de Isprue citando a Galeno. "Hállase cantidad también en la ciudad de Oviedo, en Galicia y en Aragón en la montaña de Montalvan y en las sierras del cabo de Gata". Usos, en la medicina tomados como polvo y en sahumerio sirve contra los demonios, para conocer si una mujer es virgen, y para que aborten.
Amuletos, joyas, imágenes.- Aunque habíamos afirmado que los más antiguos azabaches españoles conocidos eran del siglo XIII, y sin considerar los azabaches prehistóricos del Magdaleniense, hemos visto en el Museo de la Ciudad de Barcelona un anillo de azabache con crismón más antiguo (siglos IV-VI) lo que nos induce a pensar que el azabache ha sido utilizado en joyería y como amuleto continuamente desde la prehistoria.
Anillo de azabache. Museo de la ciudad de Barcelona
Anillo de azabache con crismón. Siglos IV-VI
Museo d´Historia de Barcelona
Foto Concha Alarcón

Muchas joyas se han realizado en azabache, todo tipo de colgantes, collares y rosarios, pero los objetos más conocidos son las higas labradas con grabados de los siglos XVI y XVII. Hilburgh dice que el material más utilizado para fabricar las manos-amuleto en España es el azabache (1906: 460-461). Hay higas de mano izquierda y de mano derecha, en la parte interior tienen grabados corazones, lunas, flores o soles.
Higa de azabache. nº 1523
Foto Museo del Traje.CIPE

La principal insignia de los peregrinos a Santiago ha sido siempre una concha, bien una concha de un molusco o bien conchas fabricadas en azabache.
Importancia ligada al Camino de Santiago.-
La talla del azabache se realizaba especialmente en el NO de la península, en lugares de Asturias y León centros importantes de elaboración de objetos de azabache y especialmente Santiago de Compostela.  El azabache asturiano era muy apreciado, en Villaviciosa y Oles había artesanos desde que los romanos explotaron sus minas, pero su apogeo llegó en el siglo XVII cuando se regía por una cofradía fundada en 1604, posiblemente guardaba mucha relación con el Camino de Santiago. El Camino de Santiago se convierte en la arteria mercantil del norte peninsular hacia el siglo XII y León ciudad de paso forma parte de este entramado comercial con un desarrollo de industrias y artesanías, entre las que destaca la azabachería, de la que existe documentación desde el siglo XIV, en 1501 Felipe el Hermoso hizo un viaje a Compostela descrito por Lalaing quien asegura que la mayoría de romeros compran rosarios de azabache hechos en León. Pero será Santiago la ciudad con mayor actividad en la artesanía del azabache como lo demuestra la creación de una cofradía en 1418 y  unas Ordenanzas. En Santiago de Compostela se ha trabajado el azabache desde época medieval, los recuerdos que llevan los peregrinos en muchos casos son de azabache, la catedral de Santiago está rodeada de varias plazas dedicadas a los oficios peculiares de esta ciudad: “Y toda Compostela se acompasó al nuevo y amplio ritmo impuesto por las cuatro plazas con sus nombres simbólicos de las Artes genuinas de Santiago del azabache y la plata- la noche y la luna- las del eje polar, del cementerio y la caridad las del eje levante-poniente.” (Otero Pedrayo, 1980: 525).
Museos con importantes colecciones de azabache son: el Instituto Valencia de Don Juan (Madrid) con colecciones excepcionales, la Hispanic Society of America, el Instituto de Estudios Gallegos de Santiago, en el Museo de Pontevedra, en el Museo de las Peregrinaciones y de Santiago. También encontramos azabache, sobre todo amuletos, en el Museo del Traje. CIPE (Madrid), y en la catedral de Santiago piezas religiosas, entre muchos otros.
Bibliografía.-
Álvarez-Fenández, Esteban, “Los objetos de adorno-colgantes magdalenienses en movimiento: una puesta al día de los datos disponibles para Centroeuropa”, Zephyrus, LXIII, 2009, 45-59
Evans, Joan, Magical jewels of the Middle Ages and the Renaissance, London, 1976
Gómez-Tabanera, José M., Azabache. Amuleto de la vieja Europa y ámbar negro de Asturias, Oviedo, Boletín del Instituto de Estudios Asturianos, 1978
Martínez Peñin, Raquel, “La producción suntuaria en el León medieval: los azabacheros”, Estudios humanísticos: Historia, nº 7, 2008, 79-102
Morales, Gaspar de, De las virtudes y propiedades maravillosas de las piedras preciosas, Madrid: editora Nacional, 1977



jueves, 7 de agosto de 2014

MARE DE DÉU DEL TALLAT: NUESTRA SEÑORA DEL TALLAT

El antiguo santuario de Nuestra Señora del Tallat se encuentra situado en la sierra del Tallat que separa la comarca del Urgell de la Cuenca del Barberà. Sobre este santuario priorato escribió el padre Camós en su Jardín de María cuyo  libro I está dedicado al arzobispado de Tarragona y el capítulo XVII es para Nuestra Señora  del Tallat; también hay otros escritos en el siglo XIX y XX como El llibre des miracles de mossèn Ramon Pinyes y más recientemente autores como Sans Travé (1986).  Este lugar tiene una larga historia y el origen de su imagen es legendario  como ocurre con muchas otras imágenes veneradas.  Los grandes monasterios fueron los creadores de las leyendas, pero ésta no es muy elaborada, en 1629 Fr. Pere Sans, monje de Poblet, cuenta la historia de un pastor que encuentra una imagen de la Virgen en un lugar donde veía luces y aunque trata de llevarla a su parroquia la imagen vuelve  a su lugar por tres veces. Este tipo de historia de hallazgo de imagen es común a algunas imágenes de santos y también ocurre con las imágenes de María heredera del culto a los santos. Su primer milagro está en relación con una fuente  que surge al buscar agua los obreros de la ermita y al no encontrarla unos jabalíes hurgando con su hocico descubren un manantial. Tanto las luces para indicar el lugar del hallazgo, como los animales (jabalíes) son los vehículos del lugar sagrado en la composición de las leyendas de origen.
La Virgen del Tallat es una imagen gótica de mármol que sujeta al Niño en el brazo izquierdo y éste a su vez sostiene un libro, la imagen tiene poco más de un palmo pero fue objeto de gran devoción  en la comarca y a la que se hacen visitas y procesiones en determinadas fechas. A lo largo de la época medieval el nombre de Tallat aparece como topónimo, torre de defensa y como eremitorio, en el siglo XVI Fernando el Católico dispone que el Tallat entre a formar parte de Poblet.
Medida de la Virgen del Tallat (regalada durante la Guerra Civil española)
Medida de la Virgen del Tallat.
Foto propia
Las medidas y gozos de la Virgen del Tallat eran muy afamados. Los gozos son muy antiguos datan del siglo XVI, se consideran que son una adaptación de los gozos del Roser que se atribuyen a Vicente Ferrer y que se inspiran en un antiguo himno a la Virgen, se vendieron como pliegos de cordel y tienen la forma actual desde el siglo XVIII (Guía: 1988). También son famosas las cintas o medidas de la Virgen, algunas se conservan en museos, Mª Antonia Herradón publicó un artículo dedicado a la colección de medidas, cintas y estadales del actual Museo del Traje (2001) basándose en fuentes literarias.  Las medidas de la Virgen son una pequeña cinta que mide lo que mide la imagen y se usa para conseguir gracias de la Virgen. Era muy común que las usaran las mujeres embarazadas para alcanzar un buen parto, pero como muchos otros objetos relacionados con María sirven para muchas otras ocasiones de peligro. Yo conservo una cinta de la Virgen del Tallat, véase la foto, que creo que le dieron a mi padre cuando estuvo durante la guerra en Vallbona de les Monges.
Bibliografía
Camós, Narciso, Jardín de María, plantado en el Principado de Cataluña, Gerona, 1772
Gozos a la Virgen del Tallat recopilados por Josep Maria Viñolas Esteva:
http://algunsgoigs.blogspot.com.es/search/label/Tallat%20%28del%20Tallat%29
Guía para visitar los santuarios marianos de Cataluña, volumen coordinado por Salvador Batalla, Madrid: Ediciones Encuentro, 1988, pp. 87-92
Herradón Figueroa, Mª Antonia, “Cintas, medidas y estadales de la Virgen (Colección del Museo Nacional de Antropología”, RDTP, LVI, 2, 2001, 33-66

sábado, 31 de mayo de 2014

EL MUÉRDAGO: SU HISTORIA Y PROPIEDADES

El muérdago es Viscum album, Vesc en catalán, en portugués es Visco, en italiano Vischio, en inglés Mistletoe y en alemán Mistel. Se da en toda Europa y Asia septentrional y en España en la parte norte. Su hábitat está difundido sobre muchas especies de árboles: manzano, álamo, roble, abeto, pino. Es una planta leñosa, semiparásita y epifita. Tiene propiedades diuréticas, es cardiotónico e hipotensor, además de vasodilatador periférico; estos datos están sacados de la Guía de las plantas medicinales que he consultado. Estudios más locales afirman que la distribución del muérdago en el centro y norte de la Península Ibérica parece seguir dos vías: en llanuras y riberas en el norte y en las zonas montañosas en el centro (López Sáez, 1993: 556). Aunque también se da en serranías sureñas como la sierra de Cazorla (López Sáez, 1993).
Desde la antigüedad ha sido considerado sagrado por los germanos. Para los galos era sagrado el muérdago que crece en el roble y el castaño. Las primeras noticias sobre su uso las dan Teofastro (371-287 a. C.) y Plinio el Viejo en el lib. 16, cap. 44 de su Historia natural (23 a 79 d. C. ) habla de tres géneros de visco, aunque nace en muchos árboles como la encina, el roble, la coscoja, ciruelo silvestre y therebindo, y se caracteriza porque tiene hoja amarga y viscosa. Es muy copioso en la encina y tiene virtudes diferentes, según en el árbol que esté. Purga los humores viciosos y engorda a los que quedaron purgados. Plinio hace referencia a un preparado llamado liga: “Hazese el visco o liga de  los granillos que se cogen por madurar en el tiempo de la siega, porque si vienen aguas crecen y se aumentan, pero marchitanse en el visco” (Plinio: 1629, 116). La liga sirve para cazar pájaros porque al untarla en algunos lugares se ligan las plumas de las aves, se usa mezclada con aceite de nueces. Y también cuenta que ninguna cosa tienen los druidas más sagrada que el visco y el árbol en que se engendra, pero es muy raro de hallar, y después de hallado se tienen en grande veneración (Plinio, 1629: 116). Me ha llamado la atención que Laguna proteste por el mal uso que los hombres de entonces hacían de la Liga para cazar "pajarillos inocentísimos", con una visión tan moderna en defensa de los animales. 
Dioscórides, versión italiana de Mattioli, Venecia, 1563.
Foto UCM

El libro III, cap. XCVII  de la versión del Dioscórides de Laguna está dedicado a la Liga (muérdago) que se hace de un fruto redondo que nace de una planta que hay sobre el roble, el manzano, el peral y de otros árboles. Mezclada con resina y con igual cantidad de cera madura los tolondrones, las sequillas que se hacen tras los oydos y qualquier otro apostema…” ( Laguna: 1555, 330). Porque los escritores confundían la liga con la planta de la que se hacía, la que los griegos llaman Ixos y los latinos Viscum, es una planta viscosa con hojas como las del boj y tiene un fruto pequeño y redondo, la cual siempre está verde y por la mayor parte nace sobre los robles “en los quales se ve entrexerida: por donde ansí ella, como su liga, se llama Viscum quercinum” (Ibid., 331). Pero realmente se confundían estos botánicos, parece ser que Mattioli es quien se da cuenta de que la liga que se hacía con los granos de una planta que se halla sobre el roble, no es el muérdago sino el Loranthus Europaeus (Font Quer, 1999:130) 
Tapa ilustrada de la edición de bolsillo de 1978 de la Rama dorada, The Golden Bough
Foto propia

Sir James George Frazer, el insigne antropólogo escocés, cuenta las creencias alrededor de la plantas parásitas, porque a lo largo de la historia muchos pueblos les han atribuido poderes ocultos, por ejemplo, existe la creencia en algunos lugares de Africa, Camboya… de que las hojas de estas plantas tienen la virtud de volver invulnerable a quien las utiliza. En el folklore agrario europeo igualmente las plantas parásitas son tenidas como santas por cierta gente del campo, pero más particularmente el muérdago que crece sobre el roble. Por eso lo cortan cuando el sol está en sagitario y la luna en cuarto menguante, tercero o cuarto día antes de la luna nueva y se usa para las dolencias de la infancia. Los campesinos suizos y los druidas de antaño atribuían virtudes especiales al muérdago que crece en un roble, pero su recolección ha de hacerse de una singular manera: se coge el 6º día de luna y se hace durante un sacrificio con dos toros blancos que no ha sido nunca uncidos, el sacerdote corta el muérdago con una hoz de oro, la poción preparada con esta planta hace fértiles a los animales estériles y es remedio contra todo veneno. Los druidas llamaban a la planta o al roble donde crecía “curalotodo”. En la mañana de San Juan en Piamonte y Lombardía iban en busca de las hojas de roble para el "óleo de san Juan" y las de color pardo sirven para la epilepsia. En Inglaterra y Holanda se usaban hasta el siglo XVIII.
También se usaba para proteger las casas contra incendios, contra los rayos y es llave maestra…Protege contra la brujería y hechicería. En Austria se pone una rama de muérdago en el umbral de la casa y se dice si no hay muérdago no hay suerte. La recogida del muérdago se hacía diferentes días según culturas: los antiguos itálicos el primer día de luna, mientras en Francia o Suecia se recogía la víspera del solsticio de primavera.
Mito de Bálder.-
El muérdago se asocia a la invulnerabilidad, tal vez por ser una planta parásita que no toca la tierra, por ello esas medidas rituales en su manera y forma de recogerlo. Es conocido también por ser el instrumento de la muerte de Bálder  el mito nórdico-germano. Bálder es una deidad cuya vida no estaba ni en el cielo, ni en la tierra, sino entre ambos, hijo de Odín, el más sabio, amable y amado de los inmortales, por ello se pidió a todos los seres de la naturaleza que no dañaran a Bálder. Solamente Loki lo envidiaba y fue a Frigg quien le contó que había conseguido el juramento de los dioses para que no le dañasen. Loki le preguntó si no había algo que pudiera herir a Bálder, entonces Frigg le cuenta el secreto “al oeste de Walhalla existe una planta llamada muérdago, me pareció demasiado joven para jurar”. Entonces Loki arranca el muérdago y va a la asamblea de los dioses, se acerca al ciego Hother y le dice que le tire con el muérdago a Bálder, para ello le muestra dónde está. El muérdago atraviesa a Bálder y lo mata. Todos lloraron la muerte de Bálder.
El Viscum o Muérdago es una planta sagrada por estar colocada sobre un lugar peculiar que se encuentra situado entre el cielo y la tierra, es decir sobre ciertos árboles, y especialmente sobre el roble. Además es especialmente poderosa porque siempre está verde, no así los árboles de hoja caduca sobre los que vive. Los europeos de todas las épocas la han utilizado de muy diferentes maneras y la han apreciado, los antropólogos también han dedicado parte de su afán a estudiar estos objetos sagrados, suspendidos entre el cielo y la tierra.
Bibliografía
Borges, J.L., Literaturas germánicas medievales, Madrid, Alianza editorial, 1989
Font Quer, P., Plantas medicinales, Península, 1999
Frazer, J.G., The Golden Bough. A study in Magic and Religion, London, 1978
Laguna, Andrés, Acerca de la materia médica..., Anvers, 1555
López Sáez, J.A., "Contribución al mapa corológico del Viscum album L. en la Península Ibérica" vol. 19,  nº 2, 1993, Boletín de sanidad vegetal. Plagas, 249-257 y "Contribución a la corología y ecología del muérdago en el centro y norte de la Península Ibérica", Ibid. vol. 19, nº 4, 551-558
Mattioli, P.A., I discursi di Pietro Andrea Matthioli.. ne i sei libri Pedacio Dioscoride, Venetia, 1563
Page, R.I., Mitos nórdicos, Madrid, Akal, 1992
Plinio Segundo, Cayo, Historia natural traducida por Gerónimo de Huerta, Madrid: Juan Gonçalez, 1629
Sschauenberg, Paul y Ferdinand Paris, Guía de las plantas medicinales, Barcelona, ediciones Omega, 1977

miércoles, 23 de abril de 2014

PIEDRAS DE VIRTUD: MINERALES PODEROSOS

Al igual que plantas y animales muchos minerales  gozan de virtudes atribuidas por los seres humanos desde el principio de los tiempos; reconocemos diferentes usos de los minerales: astrológicos, curativos, mágicos y religiosos. Se cree que existe una correspondencia entre la posición de los planetas y las cosas que ocurren en la tierra, los planetas influyen en plantas, animales, gemas y además en cierto tipo de seres humanos. A cada planeta corresponde un mineral. Hay minerales que se asocian a cada parte del cuerpo humano a la que pueden curar aplicándolos bien por contacto o bien pulverizándolos y diluyéndolos en agua. El uso mágico de los minerales se evidencia en la utilización de estos como amuleto o talismán. Las llamadas piedras del rayo que protegen contra las tormentas son en realidad útiles prehistóricos,  aunque se creía que se habían producido en las tormentas. En la religión las piedras también han tenido un importante papel, el pedernal es la piedra que primero se usó por el hombre para hacer herramientas en épocas prehistóricas, pero también tuvo usos rituales que han quedado testimoniados en los grabados simbólicos. El fetichismo alrededor de las piedras alcanza igualmente a muchas culturas africanas y australianas. En la cultura bíblica tenemos ejemplos del uso religioso de los minerales, así los adornos religiosos de los judíos son realizados con piedras preciosas y en el N.T. Cristo es la piedra angular y Pedro es piedra también. El santo Grial según la leyenda fue creado a partir de una gema preciosa de la corona de Satán cuando este fue derribado, después en ese vaso José de Arimatea recogió la sangre de Cristo.
Fuente del Ángel Caído. Parque del Retiro: Madrid
Fuente del Ángel Caído. Parque del Retiro. Madrid
Foto propia

El poder que se atribuye a los minerales en general proviene del saber astrológico. A cada planeta corresponde un mineral o metal y estos se asocian a los signos del Zodiaco.  Los caldeos observaban los cuerpos celestes y su influencia en los humanos, a esta influencia atribuyeron un carácter divino, por eso los primeros astrónomos y astrólogos eran sacerdotes que predecían fenómenos naturales y averiguaban los destinos humanos. Se creía que el sol daba vueltas alrededor de la tierra y dibujan una bóveda celeste que se divide el 16º de anchura, el  Zodiaco comprende las constelaciones frente a las que pasa el sol en su periplo anual.
En tiempos de la cultura griega el astrónomo Hiparco de Rodas divide el Zodiaco en doce partes iguales que contienen agrupaciones estelares conocidas: las estrellas fijas y los planetas de posición variable. Los antiguos lapidarios griegos se caracterizan porque atribuyen a las gemas cualidades medicinales, así es el caso de Dioscórides que en el libro V de la Materia Médica considera 200 piedras desde el punto de vista médico; otro lapidario mineralógico es el de Plinio que da muchos ejemplos de las propiedades mágicas asociados a las gemas. En Alejandría el tipo de lapidario científico sufre un cambio debido a las influencias de la medicina oriental de métodos mágicos, creando lapidarios de piedras grabadas, alguno de los cuales han llegado hasta nosotros: Kyranides compilación mágico religiosa de los usos de gemas, plantas y animales que pone en relación piedras talismánicas, letras del alfabeto griego y los cuatro elementos, fue traducido al latín por Gerardo de Cremona. Otro lapidario helenístico es el adscrito a Damigerón,  importante por su valor intrínseco y por su influencia en el medievo, especialmente en el lapidario de Marbodius
La Astrología medieval.- Paralelo al estudio de la Astrología aparece la Alquimia que aboga por el poder del hombre en la naturaleza. La casta sacerdotal egipcia y luego la cultura griega desarrollan estos conocimientos que pasan a Europa a través de los árabes, en la Edad Media se traduce a  Aristóteles a las lenguas romances procedentes de versiones árabes. Aunque algunos de los libros que se le atribuyeron no eran suyos, así es el caso de un importante tratado para la mineralogía árabe: Libro de las piedras que se atribuyó a Aristóteles y que es de un autor iraní de no más allá del siglo IX, según Julius Ruska que hizo una edición crítica del Códex Parisiensis 2772.
Desde el punto de vista de la influencia ejercida en escritores posteriores, el más antiguo e importante lapidario medieval escrito en latín fue el de Marbodio, obispo de Rennes 1067-1081). Son conocidos más de cien manuscritos traducidos a muchos idiomas, entre ellos el español en el siglo XV. Versión latina siglo XIV en la BNE:
Versión de la Biblioteca Nacional de Francia:
·         ark:/12148/btv1b72000256
Alfonso X el Sabio (1221-1284) que escribe el Lapidario en lengua castellana del siglo XIII, sacado "de los libros de los filósofos antiguos". Resulta de la compilación de diferentes tratados sobre piedras, Amasuno afirma la clara influencia del Pseudoaristóteles en los aspectos mágicos y astrológicos, pero en el aspecto mineralógico es deudor de Teofastro y Dioscórides. El único ejemplar existente se guarda en la Real Biblioteca de El Escorial procedente de la biblioteca de don Diego de Mendoza.
El lapidario de Alfonso X es el más importante tratado mineralógico de su época, pero forma parte de una serie de tratados que comienza en el siglo VIII con el Libro de las piedras de Jabir ben Hayyan. Otro importante lapidario árabe es el de Tifashi, al que habría que añadir la parte de la obra sobre los simples de Ibn al Baytar dedicada a las piedras, diseminada alfabéticamente y que tiene importantes semejanzas con el Lapidario de Alfonso X.
Lapidarios medievales científicos:- En los siglos XIII y XIV se crea una corriente de pensamiento a partir de Marbodius y Aristóteles que inspiran a hombres como Alberto Magno el cual escribe de mineralibus (1206-1280), su tratado es definitivamente científico. Raimundo Lulio escribe Fasciculus Aureus donde estudia las piedras y las maneras de grabarlas para que sirvan de talismanes, además tiene notas de alquimia. En Inglaterra Bartholomaeus Anglicus escribe un lapidario que es traducido a varias lenguas europeas, entre ellas el castellano Tratado de los metales e piedras preciosas e de sus virtudes en Zaragoza 1497, traducido por Vicente de Burgos:
http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000174138&page=1
Libro de propietatibus rerum de Bartholomaeus Anglicus, Toledo, 1529. Biblioteca Marqués de Valdecilla
B. Anglicus, Libro de propietatibus rerum .
Foto Biblioteca Histórica UCM

Edición en romance, Toledo, 1529:
http://alfama.sim.ucm.es/dioscorides/consulta_libro.asp?ref=X533890941&idioma=0
Esta edición tiene diecinueve libros o capítulos que tratan temas muy variados en los que entran desde el ser humano o los ángeles hasta los planetas, el aire, las aves, las aguas, las piedras, las plantas y los animales.
Renacimiento español.- Representado por Andrés Laguna que incluye en su traducción del Dioscórides las propiedades de las piedras basadas en presupuestos mágicos. Por otro lado Gaspar de Morales, un boticario aragonés que estudió en Alcalá y viajó a la península italiana y Sicilia, publicó el libro De las virtudes y propiedades de las piedras preciosas (1598) en el que reconoce la conexión entre la astrología y la vida en la tierra de animales, plantas, minerales y la vida humana también. La obra se divide en tres partes: en la primera trata de la formación de las piedras, y en los otros dos las propiedades y lugares de aparición. Su libro fue condenado por la Inquisición y llegó a ser una obra rara
Pronto el saber oculto de las gemas es apartado de los libros sobre piedras porque interesará más su conocimiento científico, decayendo el interés por la influencia estelar misteriosa que había rodeado este tipo de estudios durante siglos.
Bibliografía.-
Amasuno, Marcelino V., La materia médica de Dioscórides en el lapidario de Alfonso X el Sabio, Madrid: CSIC, 1987
Crow, W.B., Precious stones: their occult power and hidden significance, Bungay, 1985
Evans, Joan, Magical jewels of the Middle Ages and the Renaissance, London: Dover Publications, 1976
Morales, Gaspar de, De las virtudes y propiedades de las piedras preciosas, Prólogo, introducción y comentarios Juan Carlos Ruiz Sierra, Madrid: EN, 1977

viernes, 28 de marzo de 2014

MI PADRE Y LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

Hablar de mi padre es difícil porque no fue un padre al uso, era un hombre complicado porque su vida fue complicada: sus orígenes inciertos y la guerra moldearon un carácter hermético, aunque aparentemente era abierto y locuaz. Nació en Málaga en 1914 y le bautizaron en la parroquia del Apóstol Santiago donde también se bautizó Picasso, pero para nada tuvo una estrella similar a la de este.
Mi abuela había salido de Fuengirola donde sus hermanos eran pescadores y su familia tenía algún terreno en Mijas. Pero ella buscaba otros aires. Mi padre pasó su niñez entre Mijas y Ceuta, cuando se instaló en Ceuta, alrededor de 1922empezó a ir al colegio de los PP. Agustinos, pero se torció su suerte al morir su padrastro y cogieron el baúl y tuvieron que volver a Málaga donde empezó una nueva andadura con los Salesianos para aprender mecánica. La situación en Málaga no debía ser muy buena por lo que mi abuela decidió viajar a Madrid en busca de un porvenir. Se instalaron en la calle Atocha a principios de los años 30 y sin un duro en el bolsillo. Mi padre contaba que estuvo trabajando en una empresa y después de unos meses como no le podían pagar, mi abuela y él se cobraron cogiendo unas sillas y caminaron con ellas por toda la Gran Vía...
Foto: propiedad de Concha Alarcón
Mi padre y mi abuela: año ¿1930?

Así, un muchacho andaluz se enfrentaba a la vida de la capital; conoce a católicos de derechas y se crió como, lo que llamábamos en mis tiempos universitarios un desclasado, pues nunca estuvo donde le correspondía porque nunca se sintió obrero, aunque entonces la vida era de fuertes contrastes.
Al llegar la guerra tenía 22 años y las fuerzas republicanas le detuvieron, él no quería ir al frente. Yo creo que aunque se sentía de derechas nunca quiso combatir ni en un bando, ni en otro. Por vivir en Madrid le tocó el bando republicano del que se escapó en varias ocasiones y su vida estuvo en peligro durante toda la contienda.

Cuando éramos pequeños mis hermanos y yo le escuchábamos hablar de la guerra al calor de la lumbre en la cocina de Torrelodones. Ya jubilado escribió de forma visceral sus recuerdos, en los que proporciona datos que sirven para recomponer parte de sus peripecias de la guerra, de ellos me valgo para escribir estas notas. Yo creía que su "historia" era un poco fantástica, pero al comparar sus datos con los que da Antony Beevor me abrumo por la coincidencia, no sólo de los hechos sino también algunas de sus opiniones...
Fue detenido por milicianos y la primera vez lo llevaron a la iglesia de la Paloma que funcionaba como checa, cuando lo sueltan no entiende muy bien por qué le han detenido. La segunda vez después de varias traslados lo llevan a la Cárcel Modelo en la que durante la noche había sacas, después es trasladado a la calle Farmacia en el colegio San Antón donde pela patatas y limpia lentejas, allí matan a alguno de sus compañeros. Una noche está su nombre en la lista de la saca, salen cinco autobuses pero durante el trayecto un motorista intercepta la expedición y dos de los autobuses rezagados son enviados a la prisión de Alcalá de Henares. Él dice que había llegado el tiempo de su ángel tutelar, porque iba en uno de los dos autobuses que fueron interceptados para salvarlos. En Alcalá la gente estaba contra los prisioneros, pero se les enfrenta el delegado de Prisiones un anarquista llamado Melchor Rodríguez. Se celebra un juicio contra él y lo condenan por desafecto al régimen el 2 de marzo de 1937  y lo llevan como miliciano a la XIV Brigada Internacional.
Ofensiva en Guadalajara.- "Salimos de Alcalá de Henares camino de Guadalajara para contener a los militares que avanzaban sin encontrar resistencia, andando y con el fusil a cuestas y en fila india, pasamos por Loeches y en la carretera me encontré este libro..." (24-5- 37) Mi padre encuentra en la cuneta un libro mutilado de la Regla de san Agustín al que habían arrancado parte de las hojas, lo guardó como una señal del cielo.
Regla de san Agustín a sus monjas
Regla de san Agustín
Regla de san Agustín con las páginas arrancadas.

La batalla de la Granja, mayo-junio de 1937.- Después de ese episodio cuenta que está en el frente de la sierra de Guadarrama en Valsaín, Santa María de la AlamedaPeguerinos, ya que las tropas republicanas pensaban tomar Segovia. Él cree que lo llevaron con la XIV Brigada porque era de choque e iba a morir con seguridad. Esta brigada según Beevor venía de Córdoba y estaba mal organizada, en la sierra de Madrid es prácticamente machacada (3.000 bajas) un tercio de su número. Afortunadamente mi padre enferma y no va a la batalla, pero hace de cocinero...
Juan Alarcón en la Sierra de Guadarrama 1937
Mi padre en la sierra de Guadarrama primavera 1937

 De Santa María de la Alameda lo trasladan a La Guardia un pueblo de Toledo donde volvieron a reforzar la brigada con material y hombres. Las fechas y los tiempos son confusos en lo que él llamaba diario, porque  lo escribió muchos años después de la guerra, de todas formas sigo su orden porque de sus narraciones orales solo conservo memoria de episodios inconexos.
En el Ebro.- Pasan unos días subidos al camión lleno de lentejas, recorren Valencia pero no paran allí, Sagunto, Castellón y llegan a Gandesa. A las afueras del pueblo instalaron la cocina y el hospital de campaña. Y otros van para Alcañíz, pero ya había sido tomado por las tropas de Franco (14 de marzo de 1938). No tengo claro en qué momento llega mi padre al Ebro, parece ser un poco después de la toma de Alcañiz, pero da la sensación de ser un momento de gran desorden: "nosotros tuvimos que salir corriendo en completo desorden corriendo como gamos hacia el río Ebro". Como pierden su batallón una patrulla los recoge y los lleva a la orilla del río para hacer trincheras y nidos de ametralladoras, en el batallón de Zapadores. Allí conoce a un muchacho argentino que se había alistado en las Brigadas Internacionales llamado Luis que trabajaba como médico.
Todas las noches bajaban al río a hacer trincheras, zanjas y nidos de ametralladoras. 1ª huida: Un día mi padre le propone a Luis escapar a la vuelta del tajo. Llueve mucho, mi padre se esconde tras una higuera y ambos se escapan en dirección contraria al campamento, se dirigen a Barcelona: "Desde estas altas montañas divisamos, lejos, muy lejos el río Ebro que parecía como una cinta de plata extendida en la llanura, al otro lado como una alfombra azul el Mare Nostrum que nos serviría de guía hasta la capital catalana". Caminan paralelos a la costa para no perderse. Comen en alguna masía. En Vilanova i la Geltrú los atrapa un miliciano y los lleva a una escuela de oficiales donde se hacían cursillos para prepararlos para el frente. 2ª huida: En una ocasión les piden ayuda para sacar un camión que estaba atrapado en un bache y en vez de hacerlo huyen otra vez hacía la sierra "salimos a la calle cuando una lluvia caía sobre los avellanos"... Cuando llegan a Barcelona corren peligro pues acechan a los prófugos para detenerlos, por lo que deciden entrar en un Cuartel de Recuperación que había en las Atarazanas. Luis se va a un batallón de sanidad y mi padre continúa en Barcelona.
Bajo falso nombre.- En la Embajada Argentina le gestionan un pasaporte falso que no llegó a conseguir, pero su certificado de identidad de 12 de octubre de 1938 dice Juan Escasena Morilla que pertenece a la Intendencia del XXIV Cuerpo del Ejército, cuyas siglas eran C.O.P.T.I. "Marchando siempre adelante/ el COPTI número 2/ con sus valientes soldados/ muchachos de corazón..."Con esta canción nos despertaba mi padre en muchas ocasiones. En este periodo parece que la vida de mi padre cobra un respiro. Entonces es trasladado en grupo a Arenys de Mar donde se instalan en una masía, allí conoce a otro joven con el que congenia, Miguel. Los cursillos tocan a su fin y le llevan a Vallbona de les Monges, se instalan en el monasterio, aunque dormían en casas particulares. Mi padre va a parar a una casa donde fue muy bien recibido: "fue para mí aquel hogar lo mejor que encontré en mi andadura por toda Cataluña, me trataron como si fuese un hijo". Después los trasladan a San Martí de Maldá, él asocia este cambio al momento en que el frente de Lérida se iba desmoronando. La guerra se está acabando, los trasladan a Caldas de Montbuy y con su nuevo amigo deciden escapar para no ir al frente, esta sería la 3ª huida de mi padre, esta vez hacia Francia cruzando los Pirineos, sin nada...
Después de muchas penalidades llegan a la cima de los Pirineos, pasan a Francia y son encerrados en el Campo de Concentración de Saint Cyprien hasta que son "liberados", en realidad son llevados de un campo de concentración francés a otro en España, donde son tratados con igual desprecio que en Francia: en Hendaya la guardia civil les registra y les quita lo poco que les quedaba; después la Plaza de Toros de San Sebastián y León, donde los conducen al Campo de Concentración de San Marcos... Tiene piojos, sarna y fiebre alta porque se le ha infectado la vacuna que le pusieron. A los pocos días de estar en san Marcos recibe una carta de Pilar, la señora que lo alojó en Vallbona, y alegre sale al patio del recinto envuelto en una manta  para respirar aire puro, piensa que están haciendo gestiones para sacarle de aquel sitio. Un franciscano que le conoce gestiona su salida del campo de concentración para que regrese a Madrid.


Tarjeta enviada por Pilar Saltó a mi padre J. Alarcón en el campo de concentración de León
Texto de la tarjeta: mayo de 1939
Nunca compartí las ideas políticas de mi padre, pero entiendo su postura, nunca pudo ser objetivo porque él vivió la guerra, la que le dejó una huella imborrable.