viernes, 20 de febrero de 2015

LA MANO COMO AMULETO Y SÍMBOLO DE PODER.

En la evolución humana la mano es un elemento indispensable, las manos caracterizan singularmente al ser humano. Por eso no es de extrañar que incluso su imagen reproducida de mil formas sea un objeto poderoso. Las manos del ser humano sirven tanto para hacer mal como para hacer el bien, esta idea es importante porque las manos de ciertas personas curan pero algunas manos transmiten el mal directamente y además cada mano identifica a su poseedor. Pero también se le atribuye mano a las divinidades y posteriormente el Dios único es representado en forma de mano que administra justicia o bendice.
En la prehistoria.-
La representación de la mano humana es una constante a lo largo de la historia, de tal manera que se conservan manos emblemáticas en las cuevas prehistóricas: Gruta de Font de Gaume, en la gruta de Cabrerets (Lot) y de Gargas; también hay un panel de manos negativas en la cueva de Chauvet Pont d´Arc, en Internet: http://www.culture.gouv.fr/fr/arcnat/chauvet/es/index.html. O bien la mano teñida puesta sobre la superficie rocosa de época Auriñaciense; en España hay representaciones de manos en la cueva de El Castillo en Puente Viesgo, Cantabria. En Argentina existe igualmente una Cueva de las Manos de Río Pinturas, en Internet: http://whc.unesco.org/en/list/936.
En el mundo antiguo.-
En Asia central encontramos manos simbólicas de Shiva y en China los rayos del dios solar Amida terminan en manos. El uso de la mano como símbolo de poder y protección se ve en Egipto igualmente, por ejemplo en las esculturas de las tumbas, los rayos del disco solar del dios Amón  tenían forma de mano. Y al heredero del faraón le colgaba su nodriza un engaste con la mano de un hombre abierta a modo de exorcismo.  Las manos abiertas o cerradas  haciendo la higa se usaban como protección mágica en el antiguo Egipto. La forma de adoración con la elevación de las dos manos abiertas fue común en los pueblos orientales, egipcios, y en los orantes del origen del cristianismo, así como hace el sacerdote en la Misa. Podemos decir  de una forma genérica que en el mundo antiguo la mano abierta expresa la presencia de la divinidad.
 Y en la Grecia antigua la asistencia divina asociada a la curación se representa con la mano divina. Igualmente pasa con las divinidades relacionadas con la gestación a las que se ofrecen manos votivas.  En Cartago la mano aparece en las estelas del misterioso triángulo de la diosa Tanit. Como amuleto las primeras representaciones de manos se encuentran en tumbas etruscas y en el Ashmolean Museum hay ejemplares de manos abiertas de cerámica de la cultura fenicia (Elworthy, 242). Además puede tener otros significados, porque la mano aparece en los camafeos romanos en los que se representa dos manos entrelazadas con valor de enlace o matrimonio (Museo de la Ciudad de Valencia), y otro caso sería la presencia de la mano en las monedas griegas, romanas y galas, como el ejemplo de abajo, una moneda romana de la Casa de la Moneda.
Moneda romana con mano
Quadrans romano
Museo Casa de la Moneda. Madrid

Para los cristianos.-
La mano en la emblemática cristiana está asociada al Padre y también a Cristo. Es insignia de poder creador. Cuando simboliza a Cristo suele estar en una cruz ente el alfa y el omega. La mano bendecidora y todopoderosa de Cristo (Charbonneau-Lassay, 1997: 116).
La Mano Pantea en actitud de bendición sacerdotal que tiene los dos primeros dedos y el pulgar extendidos fue un amuleto incluso antes del cristianismo, después será adoptada por éste desde los mosaicos de Rávena. La mano de Dios no solo aparece en lugares y objetos religiosos sino que también se representa en las monedas de los reinos cristianos medievales, ya que la moneda sirvió de difusión de las creencias religiosas, como vemos en el panel de representaciones de monedas medievales de España (Museo Casa de la Moneda de Madrid). Otro tipo de representación es la mano abierta  en las monedas de los reyes Sajones del siglo X, a veces acompañada por el alfa y el omega.

Reproducción de una moneda con la mano de Dios bendiciendo. Museo Casa de la Moneda, Madrid
Reproducción de moneda de reinos cristianos
Museo Casa de la Moneda. Madrid
El collar que vemos en la foto de abajo es interesante para nuestro artículo porque tiene dos manos extendidas de azabache entre otros colgantes, este collar fue encontrado en las excavaciones del claustro del monasterio de Sta Cruz de la Zarza en Ribas de Campos (Palencia), datos que me proporcionó el director del Museo de Palencia, Jorge Juan Fernández.
Ajuar funerario: delante collar del que cuelgan varios abalorios entre ellos dos manos extendidas, posiblemente de azabache
Ajuares funerarios, siglos XIV-XV. Museo arqueológico de Palencia
Foto propia

Tradición islámica.-
Aunque la representación humana está prohibida en la cultura islámica hay ciertas joyas como la mano de Fátima que están permitidas. La mano de Fátima conjura el mal de ojo. La mano se relaciona con el número cinco y por ello los chiitas atan a cada dedo de la mano el símbolo de unos de los grandes personajes sagrados.  La mano además es el instrumento perfecto del hombre  y preservativo contra el mal de ojo ya que la mano tiene tres significados poderosos: 1) Designa a la Providencia.  2) Es resumen de la Ley. 3) Resumen de la religión y por tanto un eficaz instrumento de defensa contra los enemigos.
Jarrón tipo Alhambra. S. XIV. M.A.N.
Monasterio de Sta Mª de la Defensión. Jerez

 Lugares donde se colocan manos: gorrito de los niños recién nacidos, en la iglesia de Santa Sofía puede verse una mano pintada de rojo y en la puerta de entrada de la Torre de Justicia de la Alhambra hay esculpida una mano, se pintan además sobre los muros de las casas turcas y en Siria se esculpen o pintan en el dintel de la puerta o sobre la imposta de la casa, en Argelia se dibuja una mano en el interior o exterior de la puerta de entrada.
Amuletos en forma de higa y con la mano extendida.-
La mano amuleto se ha realizado en muy diferentes materiales que refuerzan su poder: azabache, coral, bronce, plata, marfil, hueso, cristal de roca, etc. En la colección de amuletos del antiguo Museo del Pueblo Español  (Museo del Traje. CIPE) hay una importante cantidad de manos, bien en forma de higa o bien con la mano extendida y  realizadas en toda clase de materiales, lo que nos da idea de la importancia de este objeto para usos profilácticos a lo largo de la historia.
Carmen Baroja considera que el estudio del uso mágico de las manos es largo y complicado. En España es especialmente original la higa de azabache, ya conocidas en el siglo XIII, pero también eran corrientes las de coral, usadas por niños y mujeres porque se le atribuyen poderes especiales por tener el color de la sangre.
 La mano extendida también se ha usado con otros propósitos.-
Manos para las filigranas de papel en los siglos XV-XVI. Manos en terracotas heráldicas como el azulejo de loza esmaltada con orla de tibias y en el centro una mano azul sobre fondo blanco, emblema de la familia Masana, en Internet: http://ceres.mcu.es/pages/Main (MAN).
Azulejo de loza esmaltada que representa una mano extendida.MAN
Azulejo de loza esmaltada. MAN
Foto propia

En el libro sobre creencias, signos y ritos protectores de la zona Pirenaica Aragonesa, Líbranos del mal que presenta especialmente fotografías, se reseña la foto del dintel de una casa de Panticosa enmarcada por dos manos, en el pie de foto dice:” La incorporación de manos, localizada en el valle de Tena y poco frecuente”(Biarge, 2000: 70). Este es solo un ejemplo, pero seguramente podríamos hacer un recorrido por la antigua arquitectura popular española en busca de la representación de manos y hallaríamos unas cuantas.
Podemos terminar diciendo que la mano es la parte del cuerpo humano que se asocia en sus representaciones figurativas tanto al poder de Dios o la Divinidad como al poder humano contra todo mal.
Cerámica mudéjar. Siglos XIV-XV.
MAN. Madrid

Bibliografía.-
Alarcón Román, Concepción, Catálogo de amuletos del Museo del Pueblo Español. Madrid, 1987
Baroja, Carmen, Trabajos y materiales del Museo del Pueblo español. Madrid. Catálogo de la colección de amuletos. Madrid, 1945
Biarge, Fernando y Ana, Líbranos del mal, Huesca, El Patrimonio Etnológico Altoaragonés, 2000
Charbonneau-Lassay, L., El bestiario de Cristo. Simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media, Vol. I, Palma de Mallorca, 1997, pp. 109-119
Elworthy, F.T. The Evil Eye, Londres, 1895

domingo, 8 de febrero de 2015

PALENCIA, SAN ANTOLÍN Y LAS LEYENDAS DE FUNDACIÓN

Esto fue nueve días ante de Sant Iohan,
quando el rey don Sancho llegó a Palencia yantar.
Bravo era el val de Palençia, ca non avía i poblado,
si non do llaman Santa María el Antigua, do morava el conde lozano.
Saliéronse a folgar, desque ovieron yantado,
E pasaron las aguas, amos de mano a mano.
Río Carrión a su paso por Palencia. Otoño de 2014
Ribera del río Carrión
Foto propia


El obispado que parece que existió en Palencia alrededor del siglo VI desapareció  tras la invasión musulmana, tiempo más tarde ya en el siglo XI los reyes cristianos tratan de recuperar las tierras entre el Cea y el Pisuerga, es entonces  cuando se restaura la sede palentina por mano del rey de Navarra Sancho Garcés el Mayor, documentado hacia 1035. Y se construye la catedral sobre un antiguo templo dedicado a san Antolín,  san Salvador y Santa María. Alrededor de estos hechos  se elabora una leyenda fundacional que toma elementos y motivos de la tradición que sirven para dar consistencia a la nueva sede. Además el hecho de que antiguamente hubiera allí otro templo legitima la construcción del actual y la creación del obispado.

Affondóse la mula, con el rey, en un soterraño:
Acórrense las gentes, e sacaron al rey en salvo.
El rey tendió los ojos, y vio por el soterraño
descender una escalera de un canto labrado.
Demandó por un cavallero que dezían Bernardo.

Leyenda de san Antolín 
Para A.D. Deyermond existen dos versiones de la leyenda de san Antolín, una aparece en Mocedades de Rodrigo y otra en De rebus Hispaniae:
1) Las Mocedades de Rodrigo (1360) que aunque resulta la más verosímil de las dos, no es por ello más cierta. Esta leyenda cuenta la fundación y restauración de la diócesis de Palencia (siglo XI) y descubrimiento de la tumba de san Antolín por Sancho Avarca (episodio de la mula que conducida por el rey para holgar con el conde junto al río de Palencia se mete en un soterraño, con escaleras y pozo cavado, donde ve un altar y halla que san Antolín yacía en aquel lugar). El rey Sancho Avarca le pide al conde el lugar a cambio de darle Campó.

Bernardo, quando descendió, vio un pozo cavado,
E, a par de aquel pozo, vio estar un altar,
Et de susso un escripto, e començolo de catar:
falló que san Antolín mártir yazía en aquel lugar…

2) La otra forma parte De rebus Hispaniae de Ximénez de Rada (1243). Versión que toma por protagonista a Sancho el Mayor de Navarra (Sancho va de caza tras un jabalí hasta llegar a su cueva y allí se le inmoviliza el brazo cuando intenta matarle, pero al ver que es un lugar sagrado pues hay un altar dedicado a san Antolín, se arrepiente y decide construir la catedral y restaurar la diócesis de Palencia). El arzobispo toledano Ximénez de Rada (1.170-1.247) es el creador de diferentes mitos fundacionales urbanos hispanos (La fundación de la ciudad. Mesopotamia, Grecia, Roma, 2000:149). Posteriormente esta leyenda se reescribe y es tomada como la versión oficial de la fundación durante varios siglos.

Relación con otras leyendas.-
Estos legendarios descubrimientos pertenecen  a la tradición eclesiástica y al folklore.  El motivo del animal que conduce hasta lo sagrado aparece tanto en literatura religiosa como en otro tipo de leyendas, tanto si el tema se introduce por medio de la caza como si el animal se interna en un lugar recóndito buscando la soledad sin necesidad de ser perseguido por un cazador.
De hecho encontramos numerosa la participación de animales en el legendario del santoral cristiano, sobre todo en relación con la caza. Podemos empezar con la leyenda de san Miguel en el Monte Gargano, también san Eustaquio y san Gil en el Camino de Santiago. Ya en España podemos poner los ejemplos de San Pedro Arlanza, San Millán de Suso y el Poema de Fernán González. Igualmente la leyenda de Montserrat, en un santuario mariano, crea la historia de Garí en la que el conde sale de caza de jabalíes y encuentra al hombre salvaje o eremita piloso en la cueva cercana al monasterio. 

Elementos comunes en las leyendas:
-          Descubridores del lugar: un animal que indica emplazamiento, localización (mula y jabalí)
-          Intermediarios humanos: cazadores nobles 
-       La caza inaugura un tiempo nuevo que resulta fantástico o santo
-          Soterraño, pozo cavado o cueva.
Cripta de san Antolín en la catedral de Palencia
Cripta de san Antolín
Foto propia


Restauración de la sede episcopal  y de la catedral.
La cripta de san Antolín es una doble cripta construida en dos épocas: una parte es visigoda del siglo VII y otra parte es románica del siglo XI, lazo de unión entre el prerrománico y el románico. Se supone que esta cripta es el martyrium de san Antolín, el hecho de que la catedral se hiciera sobre ella y la tradición del traslado de las reliquias de san Antolín en el 672 por el rey Wamba desde Narbona nos confirman la realidad religiosa. En 1035 el rey Vermudo dona al obispo Poncio la ciudad de Palencia y el edificio ruinoso visigodo sirvió de base para levantar un nuevo templo. Consiguiendo de esta manera el rey navarro afirmar su influencia en este territorio al separarlo de la influencia espiritual leonesa mediante la restauración de la sede palentina (Martínez González, 407).
Además un siglo después consiguen acuñar moneda en la sede de Palencia, ya que alcanzan de doña Urraca el privilegio en 1116 como es el caso de otras sedes obispales que detentan la ceca a medias con el rey o la reina:
“La catedral de San Antolín de Palencia también recibió el derecho de acuñación, esta vez de la reina Urraca, aunque sólo con la mitad de los beneficios, sus monedas llevan como tipo la tradicional cruz con la leyenda relativa a la reina Urraca, y en el reverso dos alfas y omegas espaldadas con una leyenda relativa a su santo patrón Antolín con el título de Beato”(de Francisco Olmos p. 324). Alfonso VII también otorga acuñación a la catedral de Palencia (1.119).
Catedral de Palencia
Catedral de Palencia
Foto propia

Bibliografía 
Azara, Pedro y otros, La fundación de la ciudad, Barcelona, 2000
Deyermond, A.D., Epic poetry and the clergy: Studies on the Mocedades de Rodrigo. London, 1968
de Francisco Olmos, José Mª , “El nacimiento de la moneda en Castilla” I Jornadas científicas sobre documentación jurídico-administrativa, económico financiera y judicial del reino castellano-leonés, siglos X-XIII, 2002, 303-346
Martínez González, Rafael, " San Antolín en el arte palentino", Publicaciones del Instituto Tello Téllez de Meneses, nº 70, 1999, 405-439
Mozo, Manuel,  "Monedas medievales míticas", Gaceta numismática 169, 2008