miércoles, 12 de julio de 2017

EL SIMBOLISMO DE LA PALOMA. I PARTE

Aunque se conoce poco del culto a las palomas y su simbolismo a lo largo del tiempo voy a tratar de avanzar algunas ideas sobre este tema y para ello dedicaré varios post. Las excavaciones arqueológicas que llevó a cabo M. Gimbutas han evidenciado que la Vieja Europa (Creta, Malta y norte de los Balcanes, Checoslovaquia, Yugoslavia, Hungría, Rumania y Bulgaria) tuvo una cultura Neolítica que es muy antigua, datándose entre el 7000 y el 3500 a.C. Esta cultura  agrícola tenía una mitología de culto a la Gran Diosa y a los tótems asociados a ella, las primeras imágenes de la Diosa proceden de Europa y Oriente Próximo (Campbell).  Se la simbolizaba a través de ciertos animales, a veces era representada con cabeza de pájaro.
Pero es en Creta donde se da culto por primera vez a la paloma, uno de sus animales totémicos. En las excavaciones se han encontrado palomas de terracota que se usaban como ídolos y también como exvotos y como talismán para los muertos. Igualmente se conservan otros objetos como una sacerdotisa de la Diosa en terracota con palomas en la cabeza del periodo minoico 1500-1300 a.C. (Campbell, 2015: 187). Las representaciones de palomas forman parte de los altares, de las  columnas sagradas, del árbol de la vida, de las pinturas de los palacios y la decoración de los templo. Parece que desde Creta su culto se extendió por el Mediterráneo, sir Arthur Evans (1909: 105) relaciona su culto con el de los árboles sagrados y pilares, y afirma que el culto a la paloma no es bien conocido. Los sumerios son el pueblo civilizado más antiguo que también dio culto a la Gran Diosa, llamándola Inanna-Istar, a la que se consagran palomas. Reinach (Anthropologie, VI, 562-563) considera que el culto a la paloma asociado con Semíramis (hija de Atargatis, asiria) no es de origen semítico.
Invasiones indoeuropeas y semitas 
Las invasiones que se produjeron en Europa y también en el suroeste asiático supusieron el paso de un sistema matrilineal, basado en el derecho materno, a otro de un sistema androcéntrico con una mitología masculina y guerrera. Los pueblos indoeuropeos tenían una huella lingüística de pueblos relacionados entre sí lo que quiere decir que sus mitologías eran una misma mitología en lenguas diferentes (Campbell, 2015: 117). Aunque imponían su gobierno absorbieron la influencia de la civilización anterior al ser más avanzadas las culturas indígenas, por lo que el culto a la Diosa Madre se transformó pero no desapareció.
La Gran Diosa toma nombres atributos distintos según los lugares, nombraremos otras culturas que usaron la paloma simbólicamente: en el imperio hitita de Asia Menor está documentado el culto a la paloma, la diosa Astarata la llevaba en la cabeza (Charbonneau-Lassay, 1997:476-477); de Susiana (Elam) se conserva una columna de lapislázuli en el Museo del Louvre; en Micenas, Schliemann encontró un altar con cuernos y dos palomas con las alas extendidas; para la cultura fenicia fue el ave de la diosa del amor Atárgatis- Derceto; para los sirios era Atárgatis y la paseaban en forma de paloma dorada dos veces al año a las orillas del mar, se cuenta que Semíramis de Asiria era hija de Atárgatis y que desapareció de repente en forma de paloma.

Árabes
Para los árabes la paloma tiene un uso totémico (Robertson W. Smith, 1903), en las tablas de Wustenfeld que reúnen nombres de clanes y grupos actuales aparece Hamama, paloma. Los árabes no ponen nombres personales a los niños provenientes de su padre sino de su tío o abuelo. La masa de nombres de tribus con un animal es grande y significativa, esos nombres no son meros accidentes o metáforas. La segunda prueba de que estos nombres son verdaderos tótems es la creencia de los hombres de la tribu de que pertenecen a la sangre del animal del que llevan su nombre.
Los animales sagrados están en los santuarios, conocidos casos son las palomas en la Meca y las palomas y los peces de Astoreth. Las palomas en la Meca puede ser una importación de Siria y el culto a Ashtoreth puede ser resultado de una fusión de cultos más antiguos que se  extendieron por toda Siria de influencia Babilonia.
Hispania
En cuanto a la Hispania prerromana tenemos objetos en forma de paloma como fíbulas de la cultura celtibérica del siglo III a.C.; de Tartesos en la excavación del Turuñuelo se ha hallado una pieza metálica con forma de piel de toro y dos palomas (El país, 8 de octubre, 2016); otro objeto singular es el Kalathos del árbol de la vida de Cabezo de Alcalá (Teruel) con palomas sobre las ramas del árbol. En el santuario de  Castellar de Santisteban han aparecido cantidad de exvotos de bronce de guerreros y damas con ofrendas de palomas



Kalathos.Árbol de la vida. Cabezo de Alcalá.
Cerámica Ibérica 


Época clásica de la Antigüedad: griegos y romanos.
Los primeros datos literarios en los que hay palomas son de Homero en La Odisea, las palomas llevan el néctar a Zeus, son sus sacerdotisas. La paloma es igualmente conectada con Dione, consorte de Zeus Pelasgian.
Osculatorio. Bajo Imperio romano.
MAN

La transformación de Astarté en Afrodita debió tener lugar en Chipre entre el 1200 y 900 a.C. con la llegada de los aqueos, quienes adoptaron a la diosa oriental de la fertilidad y la helenizaron. Posteriormente la paloma será el ave principal de Afrodita en la que se mezclaron tradiciones diferentes para crear una imagen nueva de la vida.
Textos:
 En la Metamorfosis de Ovidio, Alcítoe conoce multitud de historias y cuenta: “Recordaba a Semiramis su hija, transformada en paloma” p. 69. O el rey Anio cuyas hijas se habían convertido en palomas: “Baco las convirtió en maravillosas aves, y fueron consagradas a Venus” p. 235

Virgilio en su Eneida Libro VI: Apenas había hablado cuando por caso dos palomas bajaron volando del cielo ante sus ojos y se posaron en el verde suelo. El gran héroe entonces reconoció entonces las aves de su madre y alegre implora: Sed mi guía, si es que hay algún camino, y alzad el vuelo por el aire hasta el bosque donde la espléndida rama da sombra al pingüe suelo” (Virgilio, 2005: 167).

Bibliografía
Baring, Anne y Jules Cashford, El mito de la Diosa, Madrid, 2014
Campbell, Joseph, Diosas. Misterios de lo divino femenino, Girona, 2015
Charbonneau-Lassay, L. El bestiario de Cristo, vol. II, Barcelona, 1997
Publio Ovidio Nasón, Las metamorfosis, Madrid, 1980
Smith, Robertson W., Kingship and marriage in early  Arabia, London, 1903
Virgilio, Eneida, Madrid, 2005