lunes, 15 de julio de 2019

SAN CRISTÓBAL: AUXILIADOR DE LA BUENA MUERTE


San Cristóbal es un santo mártir que, como otros, a su historia real se ha añadido una leyenda insólita. Cristóbal quiere decir portador de Cristo, así es narrado en La leyenda dorada. Esta leyenda y la iconografía se difunde de oriente a occidente, el santo aparece como un gigante que lleva en su hombro a Cristo y se apoya en un báculo en forma de palmera u otro árbol para pasar el río.  De él se dice que era un gigante de origen cananeo el cual buscaba al príncipe más poderoso que hubiera en la tierra. Por consejo de un eremita se pone al servicio de Cristo y se consagra a los viajeros y peregrinos que deben cruzar el río donde se ha instalado.
En el siglo V el culto pasa de Asia Menor a Constantinopla y Sicilia. La popularidad de este santo residía en el hecho de proteger contra lo que se consideraba uno de los peores males en la Edad Media, la muerte súbita o sin confesión. De donde emanaba la creencia popular que si se había visto la imagen del santo durante la jornada se estaba a salvo de este mal (Réau III-1, 305). Esto explica según Réau la cantidad de imágenes gigantescas de Cristóbal pintadas o esculpidas en la entrada de las iglesias, o en las puertas de las villas. Es más, estas imágenes serían innumerables si no se hubiesen destruido muchas después de la Reforma y del Concilio de Trento (Ibid. 306). También era invocado contra la peste y otros males menores, y es patrón de diversas corporaciones profesionales.
Es un hecho que el culto a este santo se fundamenta más en la iconografía que en la historia escrita: “Ciertamente la devoción a San Cristóbal operaba no tanto desde la base del carácter ejemplar de su historia como sobre la de los beneficios que se esperaba obtener de la contemplación de su imagen. De ahí que estas sean abundantísimas” (Gutiérrez Baños, 2010:10). Es posible que el estudio exhaustivo de la iconografía del santo nos diera interesantes apreciaciones sobre la figura de San Cristóbal, de momento los diferentes tipos según Réau pueden dividirse en tres: 1. El tipo barbudo que es el más frecuente, 2. El tipo imberbe. Y 3. El Cynocéphalo, que es más raro en occidente, es un San Cristóbal con cabeza de perro del que hay numerosas explicaciones, desde que es un Anubis cristianizado a que está relacionado con leyendas asiáticas popularizadas por el Physiologus y los Bestiarios donde se habla de la raza fabulosa de los Cynocéphalos (Réau, 1958: 307).
Los "años cristianos" dan fe de su fiesta y su historia el día 10 de julio. En el Prado se conserva un retablo pentagonal en cuyo centro está san Cristóbal que lleva al Niño Jesús sentado a horcajadas sobre sus hombros, tiene una rueda de molino como pulsera y en el cinto van dos personajes, con su mano izquierda agarra al niño y con la derecha se sujeta en un bastón árbol. San Cristóbal protegía de la muerte súbita y además protegía a los que se ponían en camino por eso en el retablo es orlado por otros santos protectores: San Millán, San Blas, San Antonio, San Pedro.
San Cristóbal. Catedral de Zamora
Fulcanelli hace alusión a la destrucción de las grandes imágenes de San Cristóbal: en el siglo XVIII después de la muerte del obispo Beaumont fue destruida la estatua que estaba en Notre Dame de París, estaba adosada a la primera columna de la derecha a la entrada de la nave. En cambio, Notre Dame de Amiens conserva una escultura en bajorrelieve del gigante. Fulcanelli, por otro lado, encuentra que la cábala fonética descubre otro sentido al que le da Jacobo de la Vorágine y es conforme a la doctrina hermética el jeroglífico del oro naciente. Termina diciendo: “Lamentamos no poder extendernos más sobre el magnífico emblema que tenía reservado el primer lugar en las basílicas ojivales. No nos queda ninguna descripción precisa y detallada de estas grandes figuras, grupos admirables por la enseñanza que contenía, pero a los que una época superficial y decadente hizo desaparecer, sin tener la excusa de una indiscutible necesidad” (Fulcanelli, 2010: 54).
San Cristóbal. San Millán de Segovia
El único ejemplo español que cita Fulcanelli es el de la catedral de Sevilla, un Cristóbal pintado al fresco. Pero en España se conservan otras muchas imágenes del santo que no cita: en la catedral de Jaén, en la catedral de León, la catedral de Zamora, catedral vieja de Salamanca, catedral de Burgos, catedral de Cuenca, catedral de Pamplona, catedral de Orense, catedral de Valencia, catedral de Toledo, entre otras catedrales y templos diversos.
San Cristóbal. Catedral de Toledo


Bibliografía
García Cuadrado, Mª Dolores, "San Cristóbal: significado iconológico e iconográfico”, La exégesis como instrumento de creación cultural. El testimonio de las obras de Gregorio de Elvira, 2000, 343-366
Fulcanelli, El misterio de las catedrales. Los pilares de la civilización, Madrid, 2010
Gutiérrez Baños, Fernando, “El retablo de San Cristóbal” Boletín del Museo del Prado, vol. XXVIII, nº 46, 2010, 6-21 https://www.museodelprado.es/recurso/el-retablo-de-san-cristobal/606e8aef-0551-48b7-8c26-d05ab83de5bf
Monreal y Tejada, L., Iconografía del cristianismo, Barcelona, 2003
Réau, L., Iconographie de l´Art Chrétien, Paris, 1958
Vorágine, Santiago de la, La leyenda dorada, 1, Madrid, 1982