El mundo vegetal al igual o más
que los otros reinos de la naturaleza ha sido cargado de virtudes especiales.
Las plantas han servido para curar así como para hacer enfermar o matar
personas y animales. Este poder que reside en ellas y especialmente en
algunas hierbas ha sido conocido y transmitido de generación en generación a lo largo de la
historia, las personas que conocían estos poderes eran por ello valoradas, aunque en general los
habitantes del mundo rural que han estado en contacto directo con la naturaleza
sabían mucho más de plantas que los habitantes de las ciudades.
Por tanto podemos hablar de unos
saberes tradicionales asociados al mundo del calendario agrícola y festivo. La vegetación
nace y muere a lo largo del año y los labradores asociaban sus fiestas en
muchos casos a este ciclo, mayo y junio por tanto son meses de festividades y
de esplendor en los campos que nos
recuerdan creencias relacionadas con estas fechas y con los poderes de las plantas
en estos momentos. Por eso mayo y junio compiten entre ellos.
La magia natural.-
Mayo.- Durante el mes de
mayo son numerosas las fiestas donde las flores, los árboles y las hierbas son
cortadas y utilizadas en diferentes ritos y con diferentes fines: los matrimonios
de mayas y mayos, las enramadas de tipo amoroso, las cruces de mayo, los mayos
plantados en la plaza del pueblo, etc. El primero de mayo antiguamente en los
pueblos se plantaba el mayo, un árbol o palo adornado como mejor se podía. Para
la santa Cruz de Mayo se bendicen ramas de espino albar florecido que se usan contra el rayo o cruces hechas con ramos de laurel. De mayo todo es bueno hasta
el rocío: Enrique de Villena escribió un tratado sobre fascinología en 1411,
era buen conocedor de la magia simpática y cuenta que: “A los moros lavan los rostros con el agua de almanchizén, que es
rocío de mayo…” Citado por Menéndez Pelayo.
San Juan.- Pero es la
noche y la mañana de san Juan (el 24 de junio) cuando se supone en las plantas
unas virtudes excepcionales. Las enramadas son señal de fiesta, así los jóvenes adornan
con ramos de fresno y de otros árboles (espino, chopo blanco, haya o encina) las
puertas o las jambas de las casas de las mozas y se echan yerbas como claveles,
espadaña, hinojo y margaritas en los umbrales. Se ha pensado secularmente que
las plantas y hierbas recogidas por san Juan tenían propiedades profilácticas y
medicinales, además de efectos amorosos. Las enramadas se consideran virtuosas
contra los rayos y a veces algunas en particular contra ciertas enfermedades.
Para Caro Baroja hay una serie de
hierbas que se recogen especialmente para san Juan como: la verbena que
se recogía en los campos de Madrid y de otros lugares tanto por la noche como
la mañana de san Juan; el helecho se cree que florece y grana en la
noche de san Juan y que las brujas lo recogen para sus hechizos, esta práctica es nombrada en
algunas obras literarias como La Celestina; y el trébol igualmente se recoge en san
Juan según se canta, y el de cuatro hojas es el que se considera especial. Después nombra la
albahaca, la valeriana y la ruda. La ruda es buena contra las brujas y
la ponen en la cuna de los niños y también tiene propiedades medicinales. La valeriana tiene propiedades mágicas para conseguir
estrechar las relaciones especialmente amorosas y finalmente la albahaca
que también es hierba de san Juan con propiedades mágicas. Estas plantas se
vendían antiguamente en las “verbenas” como la de san Juan, y por ello verbena
sirve tanto para nombrar la planta como para el regocijo público con motivo de la
fiesta primaveral o estival (Caro Baroja, 1989: 126).
Con carácter protector y en
demanda de fertilidad las plantas se utilizan bien esculpidas en piedra en
dinteles y arcos o bien en ramas colgantes en los muros y balcones, como ocurre con el muérdago, la ruda, el arto o rusco y las flores de cardo (Pirineo
español). En torno a las creencias y mitos comenta Violant i Simorra de la flor
del cardo dorado, Carlina acaulis, que cuando está abierta
recuerda la figura del sol por ello es un repelente de brujas, y se cuelga en
la puerta la mañana de san Juan antes de la salida del sol. Igualmente las
ramas de laurel (bendecido el Domingo de Ramos), olivo y rosal
silvestre ahuyentan brujas y preservan de las tormentas.
Puesto de venta de plantas. Valencia Foto propia |
Las brujas y su mundo.-
En paralelo a las mentalidades rurales
tradicionales, pero en relación, se halla el mundo de las brujas que utilizan las plantas con distintos fines como el curanderismo y en otros casos la hechicería. Caro Baroja habla de Las brujas y su mundo, un importante trabajo sobre la magia y el concepto de bruja a través del tiempo, relacionado especialmente con España. Otros autores nombran los llamados “herbolarios diabólicos”, libros
que explican las posibilidades y usos de plantas de la familia de las solanáceas
como el estramonio, la mandrágora, el beleño y la belladona. Plantas que
alteran la conciencia y que en ciertas dosis pueden causar la muerte.
En la Biblioteca Histórica de
la Universidad Complutense de Madrid hay una buena colección de libros
antiguos y entre ellos algunos dedicados a plantas de los que citaremos un puñado: el Ramillete de
plantas de Esteban de Villa, benedictino burgalés y farmacéutico que habla
de la importancia de las estrellas en el mundo vegetal; otro libro es el Ortus
sanitatis impreso en Estrasburgo en 1517, es un libro de historia natural
que dedica mucho espacio a las plantas medicinales y entre ellas la mandrágora
de efectos alucinógenos; y otro dedicado a la mandrágora de Bernardo Robredo
Dilucidación nueva y estudiosa de las singulares virtudes y maravillosos
efectos de la mandrágora, planta utilizada en la magia amorosa; Juan
Cornejo escribió El modo y traca de hazer oro potable vegetable, del
lentisco y sus diferentes cocimientos… en el que da una receta para hacer el oro potable usando lentisco
para curar multitud de enfermedades; Tomás Murillo y Velarde Jurado escribe un Tratado
de raras y peregrinas yervas que se han hallado en esta corte y sus
maravillosas virtudes donde ofrece un catálogo de supersticiones alrededor
de la mandrágora; finalmente nombraremos el Dioscórides de Andrés Laguna el cual dedica un apartado a las plantas alucinógenas utilizadas por brujas (Rey Bueno, 2007:149-159).
Ortus sanitatis. Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla. UCM |
Existe una delgada raya que separa una
magia de otra, es decir la magia natural a veces se confunde con la brujería, así por ejemplo el Marqués de Villena nos
ofrece datos de cómo algunas plantas son usadas por ambos tipos de magia: “Por virtud natural usan
traer coral e fojas de laurel e raíces de mandrágora…” Citado por Menéndez y
Pelayo. Lo cual nos induce a pensar que los usos de ciertas plantas conocidas
por todos eran distintos según los conocimientos e intenciones de cada persona.
Bibliografía
Biarge, Fernando y Ana, Líbranos
del mal. Creencias, signos y ritos protectores en la zona pirenaica aragonesa.
Huesca, 2000
Caro Baroja, Julio, La estación del amor, Madrid:
ediciones Taurus, 1979
---------Las brujas y su mundo,
Madrid: Alianza editorial , 1973
Kieckhefer, Richard, La magia
en la Edad Media, Barcelona, 1992
Menéndez y Pelayo, Marcelino, Historia
de los heterodoxos españoles, Libro III, Madrid, 1965, vol. I
Morales, Ramón, "Plantas mágicas y brujería", Quercus, 10, 7-8
Rey Bueno, María (comisaria), La
bibliotheca mágica, Madrid, UCM.,2007
Violant i Simorra, Ramón, El Pirineo español, Barcelona, 1985 y 1986, Vols. I y II