Al
igual que plantas y animales muchos minerales
gozan de virtudes atribuidas por los seres humanos desde el principio de
los tiempos; reconocemos diferentes usos de los minerales: astrológicos,
curativos, mágicos y religiosos. Se cree que existe una correspondencia entre
la posición de los planetas y las cosas que ocurren en la tierra, los planetas
influyen en plantas, animales, gemas y además en cierto tipo de seres humanos.
A cada planeta corresponde un mineral. Hay minerales que se asocian a cada
parte del cuerpo humano a la que pueden curar aplicándolos bien por contacto o
bien pulverizándolos y diluyéndolos en agua. El uso mágico de los minerales se
evidencia en la utilización de estos como amuleto o talismán. Las llamadas
piedras del rayo que protegen contra las tormentas son en realidad útiles
prehistóricos, aunque se creía que se
habían producido en las tormentas. En la religión las piedras también han
tenido un importante papel, el pedernal es la piedra que primero se usó por el
hombre para hacer herramientas en épocas prehistóricas, pero también tuvo usos
rituales que han quedado testimoniados en los grabados simbólicos. El fetichismo alrededor de las piedras alcanza igualmente a muchas culturas africanas y australianas. En la cultura bíblica tenemos ejemplos del uso religioso de los minerales, así los adornos
religiosos de los judíos son realizados con piedras preciosas y en el N.T. Cristo
es la piedra angular y Pedro es piedra también. El
santo Grial según la leyenda fue creado a partir de una gema preciosa de la
corona de Satán cuando este fue derribado, después en ese vaso José de Arimatea
recogió la sangre de Cristo.
Fuente del Ángel Caído. Parque del Retiro. Madrid Foto propia |
El poder que se atribuye a los minerales en general proviene del saber astrológico. A cada planeta corresponde un mineral o metal y estos se asocian a los signos del Zodiaco. Los caldeos observaban los cuerpos celestes y su influencia en los humanos, a esta influencia atribuyeron un carácter divino, por eso los primeros astrónomos y astrólogos eran sacerdotes que predecían fenómenos naturales y averiguaban los destinos humanos. Se creía que el sol daba vueltas alrededor de la tierra y dibujan una bóveda celeste que se divide el 16º de anchura, el Zodiaco comprende las constelaciones frente a las que pasa el sol en su periplo anual.
En
tiempos de la cultura griega el
astrónomo Hiparco de Rodas divide el Zodiaco en doce partes iguales que
contienen agrupaciones estelares conocidas: las estrellas fijas y los planetas
de posición variable. Los antiguos lapidarios griegos se caracterizan porque
atribuyen a las gemas cualidades medicinales, así es el caso de Dioscórides que
en el libro V de la Materia Médica considera 200 piedras desde el punto
de vista médico; otro lapidario mineralógico es el de Plinio que da muchos
ejemplos de las propiedades mágicas asociados a las gemas. En Alejandría el
tipo de lapidario científico sufre un cambio debido a las influencias de la
medicina oriental de métodos mágicos, creando lapidarios de piedras grabadas,
alguno de los cuales han llegado hasta nosotros: Kyranides
compilación mágico religiosa de los usos de gemas, plantas y animales que pone
en relación piedras talismánicas, letras del alfabeto griego y los cuatro
elementos, fue traducido al latín por Gerardo de Cremona. Otro lapidario
helenístico es el adscrito a Damigerón, importante por su valor intrínseco y por su
influencia en el medievo, especialmente en el lapidario de Marbodius
La
Astrología medieval.- Paralelo al
estudio de la Astrología aparece la Alquimia que aboga por el poder del hombre
en la naturaleza. La casta sacerdotal egipcia y luego la cultura griega desarrollan
estos conocimientos que pasan a Europa a través de los árabes, en la Edad Media
se traduce a Aristóteles a las lenguas
romances procedentes de versiones árabes. Aunque algunos de los libros que se
le atribuyeron no eran suyos, así es el caso de un importante tratado para la
mineralogía árabe: Libro de las piedras que se atribuyó a Aristóteles y
que es de un autor iraní de no más allá del siglo IX, según Julius Ruska que
hizo una edición crítica del Códex Parisiensis 2772.
Desde
el punto de vista de la influencia ejercida en escritores posteriores, el más
antiguo e importante lapidario medieval escrito en latín fue el de Marbodio,
obispo de Rennes 1067-1081). Son conocidos más de cien manuscritos traducidos a
muchos idiomas, entre ellos el español en el siglo XV. Versión latina siglo XIV
en la BNE:
Versión de la Biblioteca Nacional de Francia:
·
ark:/12148/btv1b72000256
Alfonso
X el Sabio (1221-1284) que escribe el Lapidario
en lengua castellana del siglo XIII, sacado "de los libros de los
filósofos antiguos". Resulta de la compilación de diferentes tratados
sobre piedras, Amasuno afirma la clara influencia del Pseudoaristóteles en los
aspectos mágicos y astrológicos, pero en el aspecto mineralógico es deudor de
Teofastro y Dioscórides. El único ejemplar existente se guarda en la Real
Biblioteca de El Escorial procedente de la biblioteca de don Diego de Mendoza.
El
lapidario de Alfonso X es el más importante tratado mineralógico de su época,
pero forma parte de una serie de tratados que comienza en el siglo VIII con el Libro
de las piedras de Jabir ben Hayyan. Otro importante lapidario árabe es el
de Tifashi, al que habría que añadir la parte de la obra sobre los simples de
Ibn al Baytar dedicada a las piedras, diseminada alfabéticamente y que tiene
importantes semejanzas con el Lapidario de Alfonso X.
Lapidarios
medievales científicos:- En los
siglos XIII y XIV se crea una corriente de pensamiento a partir de Marbodius y
Aristóteles que inspiran a hombres como Alberto Magno el cual escribe de
mineralibus (1206-1280), su tratado es definitivamente científico. Raimundo
Lulio escribe Fasciculus Aureus donde estudia las piedras y las maneras
de grabarlas para que sirvan de talismanes, además tiene notas de alquimia. En
Inglaterra Bartholomaeus Anglicus escribe un lapidario que es traducido a
varias lenguas europeas, entre ellas el castellano Tratado de los metales e
piedras preciosas e de sus virtudes en Zaragoza 1497, traducido por Vicente
de Burgos:
http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000174138&page=1
Edición en romance, Toledo, 1529:
http://alfama.sim.ucm.es/dioscorides/consulta_libro.asp?ref=X533890941&idioma=0
Esta edición tiene diecinueve libros o capítulos que tratan temas muy variados en los que entran desde el ser humano o los ángeles hasta los planetas, el aire, las aves, las aguas, las piedras, las plantas y los animales.
Renacimiento español.- Representado por Andrés Laguna que incluye en su traducción del Dioscórides las propiedades de las piedras basadas en presupuestos mágicos. Por otro lado Gaspar de Morales, un boticario aragonés que estudió en Alcalá y viajó a la península italiana y Sicilia, publicó el libro De las virtudes y propiedades de las piedras preciosas (1598) en el que reconoce la conexión entre la astrología y la vida en la tierra de animales, plantas, minerales y la vida humana también. La obra se divide en tres partes: en la primera trata de la formación de las piedras, y en los otros dos las propiedades y lugares de aparición. Su libro fue condenado por la Inquisición y llegó a ser una obra rara
B. Anglicus, Libro de propietatibus rerum . Foto Biblioteca Histórica UCM |
Edición en romance, Toledo, 1529:
http://alfama.sim.ucm.es/dioscorides/consulta_libro.asp?ref=X533890941&idioma=0
Esta edición tiene diecinueve libros o capítulos que tratan temas muy variados en los que entran desde el ser humano o los ángeles hasta los planetas, el aire, las aves, las aguas, las piedras, las plantas y los animales.
Renacimiento español.- Representado por Andrés Laguna que incluye en su traducción del Dioscórides las propiedades de las piedras basadas en presupuestos mágicos. Por otro lado Gaspar de Morales, un boticario aragonés que estudió en Alcalá y viajó a la península italiana y Sicilia, publicó el libro De las virtudes y propiedades de las piedras preciosas (1598) en el que reconoce la conexión entre la astrología y la vida en la tierra de animales, plantas, minerales y la vida humana también. La obra se divide en tres partes: en la primera trata de la formación de las piedras, y en los otros dos las propiedades y lugares de aparición. Su libro fue condenado por la Inquisición y llegó a ser una obra rara
Pronto
el saber oculto de las gemas es apartado de los libros sobre piedras porque interesará más su conocimiento científico, decayendo el interés por la influencia estelar
misteriosa que había rodeado este tipo de estudios durante siglos.
Bibliografía.-
Amasuno,
Marcelino V., La materia médica de Dioscórides en el lapidario de Alfonso X
el Sabio, Madrid: CSIC, 1987
Crow, W.B., Precious stones: their
occult power and hidden significance, Bungay, 1985
Evans, Joan, Magical jewels of the
Middle Ages and the Renaissance, London: Dover Publications, 1976
Morales,
Gaspar de, De las virtudes y propiedades de las piedras preciosas, Prólogo,
introducción y comentarios Juan Carlos Ruiz Sierra, Madrid: EN, 1977
En diversas localidades de diferentes regiones españolas y portuguesas, también se consideraron como "piedras de rayo" diferentes tipos de fósiles. En mi blog dediqué diversas entradas a cubrir el tema durante 2008 y 2009
ResponderEliminar¡Gracias, por el comentario! Es verdad que los usos de ciertos amuletos a veces se nos escapan porque hay diferencias locales menos conocidas, los amuletos son siempre sorprendentes. Voy a leer esas entradas.
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