La cruz es un símbolo universal y
anterior al cristianismo, usado por muchas antiguas culturas desde la
prehistoria. El cristianismo como sabemos tomó este símbolo que identifica a
los cristianos por el sacrificio de Jesús en la cruz.
El mundo cristiano ha utilizado
la cruz oficialmente desde la época de Constantino, de hecho la madre del
emperador santa Elena ha pasado a la historia como la persona que encontró los
restos de la cruz en la que murió Jesucristo. Y su hijo Constantino tuvo una
visión en la que se decía "con este signo vencerás". Pero a la cruz no sólo se la
venera, sino que se la adora en los oficios del Viernes Santo de la Semana
Santa: "Ecce lignum Crucis/ in quo salus mundi pependit/ Venite adoremus." También
desde muy antiguo forma parte del altar.
Los cristianos a lo largo de la historia han dado culto a la cruz y al
crucifijo, en el Medievo la cruz es un emblema de la victoria de Cristo y un
objeto mágico (Duby, 1988: 151). Los encolpia eran relicarios en forma de cruz que traían los peregrinos con reliquias de los lugares santos, y fueron usados durante la Edad Media.
Encolpia bizantinos de bronce. MAN Foto propiedad de la autora |
Podemos apreciar la presencia de
la cruz en los lugares sagrados, así es el caso de las iglesias con cruces tanto en el interior como en el exterior de sus muros, en los tímpanos y también es el caso de los
camposantos donde aparecen las más antiguas cruces grabadas en las losas
sepulcrales (Castelao, 1975); otra manera especial de sacralizar el terreno es
a través de los Vía Crucis, en la subida a ciertos santuarios y montes. Pero igualmente hay lugares no
santos que es necesario santificar o proteger: Castelao comenta que los caminos
que llevan a Santiago fueron orillados con los cruceros.
En las fuentes milagrosas también se colocaban cruces así como en las encrucijadas, en la decoración en piedra de las puertas y en los portalones o cruces exentas sobre la propia puerta; igualmente la vida humana, los campos y los animales son protegidos por la cruz.
Fuente de Valporquero de Torío |
Fuente. Sierra de Ancares |
En las fuentes milagrosas también se colocaban cruces así como en las encrucijadas, en la decoración en piedra de las puertas y en los portalones o cruces exentas sobre la propia puerta; igualmente la vida humana, los campos y los animales son protegidos por la cruz.
Crucero en el Camino de Santiago. Foto propiedad de la autora |
Pero tal vez lo más llamativo con
respecto a las cruces sea la idea de que sirven y se utilizan en un sentido
similar o igual que un amuleto, el Dictionnaire d´archéologie chrétienne et
liturgie considera amuletos ciertas medallas devocionales y entre estas abundan
en los primeros siglos las grabadas con cruces y el monograma de Cristo o
crismón. Algunas órdenes religiosas han sido especialmente proclives a la veneración
de la cruz y han creado pequeñas cruces para ser portadas por las personas con
diferentes propósitos, los benedictinos por ejemplo elaboran una cruz con un
conjuro para alejar el mal y los eremitas de Montserrat fabricaban cruces en
madera de boj en las que grababan los instrumentos de la Pasión, tal vez por
influencia franciscana, ya que en un determinado momento los franciscanos
extendieron por el Mediterráneo el culto a la Pasión de Cristo.
Anverso cruz de Caravaca. Foto propia |
Otras ejemplares venerados en iglesias urbanas que podemos nombrar por su valor milagroso y popular son la Cruz de la Victoria de Oviedo y los crucifijos que representan al Cristo de Burgos. La cruz de la Victoria la regaló Alfonso III a San Salvador de Oviedo en el año 908, el interior está formado por dos piezas de madera que contenían fragmentos del lignum crucis. El Cristo de Burgos fue una imagen cuyo culto propagaron los agustinos en esa ciudad, las llamadas crucetas del Cristo de Burgos han sido muy usadas en joyería popular ensartadas en collares, brazaleras, etc.
Cruces de madera, cruces de bronce, plata, oro y marfil para ser llevadas encima o para poner en la puerta de las casas o en el cabecero de la cama como se hacia tradicionalmente. Cruces y crucifijos para los altares, para ser especialmente venerados. Cruces de piedra para los caminos para cristianizar lugares siempre venerados.
Bibliografía
Castelao, Alfonso R., As cruces de pedra na Galiza, Madrid, Akal, 1975
Hildburgh, W.L., Caravaca crosses and their uses as amulets in Spain, Folklore, vol. LI, 1940, 241-258
Leclercq, H., Dictionnaire d´archéologie chrétienne et liturgie, Amulettes, París, 1907, pp. 1874-1800
https://www.facebook.com/446226215556627/photos/a.483418591837389.1073741829.446226215556627/518755654970349/?type=3
Cruces de madera, cruces de bronce, plata, oro y marfil para ser llevadas encima o para poner en la puerta de las casas o en el cabecero de la cama como se hacia tradicionalmente. Cruces y crucifijos para los altares, para ser especialmente venerados. Cruces de piedra para los caminos para cristianizar lugares siempre venerados.
Cruces en el dintel de puerta y ventana en Quecedo (Burgos).
Foto de Ester Vela
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Bibliografía
Castelao, Alfonso R., As cruces de pedra na Galiza, Madrid, Akal, 1975
Hildburgh, W.L., Caravaca crosses and their uses as amulets in Spain, Folklore, vol. LI, 1940, 241-258
Leclercq, H., Dictionnaire d´archéologie chrétienne et liturgie, Amulettes, París, 1907, pp. 1874-1800
https://www.facebook.com/446226215556627/photos/a.483418591837389.1073741829.446226215556627/518755654970349/?type=3
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