El agua no es solo un elemento
indispensable para que haya vida, sino que en algunos casos se cree que cura o
salva la vida, por ello ha sido amada y dignificada siempre, aunque en la
actualidad nuestro uso del agua deja mucho que desear. El agua es buena, pero a veces su presencia es milagrosa, por eso se han fundado
santuarios y ermitas junto a fuentes y manantiales, también las ciudades se
fundan donde hay agua.
"En época pagana fueron las fuentes objeto de adoración de los pueblos indígenas y de los que se instalaron en nuestra tierra" (Caro Baroja, 1979: 156). Y nos dice que el culto
a las aguas era común a los pueblos prerromanos en la península Ibérica, tanto
a las aguas del mar como la de las fuentes, ríos e incluso el rocío. Hay
constancia de este hecho en los exvotos ibéricos de fuentes salutíferas de los que da tres ejemplos: 1) exvotos ibéricos de Despeñaperros, 2) bronces de Murcia en
Fuensanta, 3) y en el santuario de Castellar de Santisteban. Además a través de le
epigrafía hispano-romana se puede rastrear este tipo de culto a las aguas: ya sean nombres que aluden a las ninfas en general, apareciendo también los
topónimos Baños o Bande, o bien la divinización de las fuentes atestiguada igualmente en estas colecciones epigráficas (Hübner) bajo Fons divinus o Fontana, Fontes, que son fuentes prodigiosas o medicinales.
Estas antiguas fuentes se
cristianizaron pasando a tomar nombres de santos y de la Virgen, entre los
santos san Juan es el que más títulos tiene en relación con el agua, pero hay
otros santos como san Valerio en Oñate que produce fecundidad en las mujeres,
o san Andrés de Teixido donde hay una fuente del santo a la que bajan los peregrinos a recoger agua, igualmente recuerdo los baños
de san Vicente en la Bureba donde cuenta la leyenda que acudió santa Casilda a curarse de sus
hemorragias. También hay otras fuentes salutíferas sin dedicar a santos. Otros
topónimos relacionados con el agua que se encuentran en el Diccionario de Madoz son, por ejemplo: Aguas Santas,
Fuensanta o Fonsagrada, y el topónimo Caldas común en Galicia,
Santander, León y Barcelona.
Según Caro Baroja el cristianismo
no ha aportado nada sobre estas ideas de paganismo romano, aunque la idea de
milagro que conllevan algunas fuentes maravillosas nos parece novedosa porque se
asocia el poder divino con las virtudes de las aguas. Se habla de una serie de
fuentes intermitentes, llamadas por Plinio las fuentes Tamáricas que sirven
para hacer agüeros, especialmente el día de san Juan, de este estilo hay
algunas en el norte de España: la fuente de la Magdalena de Anguiano, la de
Velilla de Guardo en León, en el valle de Cabuérniga Santander y en el monte Cereceda de Oña. El padre Flórez se inclina por la de Velilla de Guardo como la verdadera fuente Tamárica con el título san Juan de Fuentes Divinas.
Fuente de la Magdalena en Anguiano |
Los pozos igualmente son
elementos que conteniendo agua se asocian a santos y milagros, los milagros marianos relacionados con el salvamento de
alguien que cae dentro de uno de ellos son muy numerosos, pero también conocemos santuarios importantes en el
que el pozo forma parte de la historia de la institución porque contienen aguas virtuosas, pienso en el pozo de
santo Domingo de Caleruega en el que se sacaba barro para hacer las cuentas de
los rosarios; o el Pocito de la casa natalicia de san Vicente Ferrer en Valencia; el pozo del
milagro de san Isidro que está en su Casa Museo; o el pozo que está en la
cripta de san Antolín de Palencia, por nombrar algunos conocidos.
Pozo en la cripta de san Antolín. Palencia |
Pozo de la casa de san Isidro. Madrid |
Calle de las Aguas en el Madrid antiguo |
Bibliografía
Caro Baroja, Julio, La estación del amor, Madrid, 1979
Christian, William, Local Religion in Sixteenth-Century Spain, Princeton, 1981
Oliver Asín, Jaime, Historia del nombre "Madrid", Madrid, 1991
Caro Baroja, Julio, La estación del amor, Madrid, 1979
Christian, William, Local Religion in Sixteenth-Century Spain, Princeton, 1981
Oliver Asín, Jaime, Historia del nombre "Madrid", Madrid, 1991
Creo que precisa usted de unas clases de geografía. El Santander nunca hubo ningún Caldas y Cabuérniga dista 60 km de Santander
ResponderEliminarMuy señor mío: No es exactamente el término Caldas sino "baños termales en la provincia de Santander, término de Barros" (Caro Baroja, 1979: 163) utilizado en el sentido de aguas caldas. Por otro lado, Cabuérniga que era de la provincia de Santander, según el mismo libro, cuando Santander era una provincia y no una Comunidad.
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