Muchos de los objetos que
admiramos guardan una simetría y unas proporciones que nos asombran, esto no
es casual. En sus composiciones artísticas, incluso las más cotidianas, los seres humanos buscan siempre la belleza y la belleza
generalmente se encuentra en las proporciones, las cuales se basan en un número,
el número de oro, la proporción transcendental, el número divino, la divina proporción,
etc. “El número de oro que se representa con la letra griega phi, habita
en un territorio de relaciones y propiedades numéricas increíbles, pero también
de conexiones insospechadas entre la naturaleza y las creaciones humanas”
(Corbalán, 2012, 7). Es decir que este número de oro está relacionado con la
ciencia y el arte, pero también con los animales y las plantas. Desde la
geometría de Euclides hasta las proporciones artísticas del Renacimiento de
Leonardo y en otros muchos encontramos esta áurea proporción. Las matemáticas y la geometría son el centro de La proporción áurea que al usar las figuras geométricas del rectángulo y del pentágono alcanzan la belleza en el arte que igualmente está presente en la naturaleza.
Yo no me fijo tanto en los
grandes artistas sino más bien en los artesanos. en el libro de Corbalán he visto que los objetos que me han interesado son aquellos en los que un motivo se repite incesantemente para rellenar el espacio y esto ocurre en los esgrafiados, las
rejas de cerramientos, los pavimentos de mármol, algunos trabajos de jardinería, las celosías, las telas con
un dibujo y los diseños de labores a ganchillo o bordados. Es por eso que suelo
fotografiar todos estos objetos que encontramos formando parte de la
arquitectura de las casas de las ciudades y pueblos, en los diseños de los
estampados de la ropa, especialmente la tradicional y también en la que imita
lo tradicional, o en los bordados y encajes hechos por las mujeres. Creo que
todos esos objetos han sido hechos a partir de patrones que se guardan de generación
en generación, de maestros a discípulos y aprendices de tal manera que existe
un continua utilización de esquemas de diseño.
Jardín del Rey y de la Reina. Monasterio de San Lorenzo de El Escorial |
Unos de los elementos que me ha
suscitado mayor interés son los mosaicos, los pavimentos y suelos que pisamos.
En la Antigüedad los suelos que cubrían las casas y los santuarios y otros
lugares públicos fueron cubiertos por mosaicos, los romanos extendieron su uso
por todo el Imperio de Oriente a
Occidente, de hecho los mosaicos provienen de Oriente, tenemos referencia de su
existencia en los pilares de los muros de Warka del antiguo Imperio babilónico y en Fenicia se conoce un
mosaico de delfines en Delos en el peristilo de una casa. Hay mosaicos
romanos desde el siglo II a.C. y se siguen utilizando hasta el siglo VI d. C.,
después será la Iglesia la que subvencione este arte. La musivaria romana
antigua está muy estudiada, no tanto la medieval a excepción de ciertos pavimentos como los de la mezquita de Córdoba o los pavimentos Cosmatí de Roma.
Pavimento Cosmatí. Santa María la Mayor. Roma |
En principio la musivaria romana
fue bícroma y de dibujo geométrico, pero a partir del siglo II se introduce el
color y los motivos figurativos más propios de Oriente, creándose composiciones
mixtas de elementos geométricos con una figura central. De la Hispania romana
tenemos muchos ejemplos en villas y excavaciones conservados in situ, pero
también tenemos otros conservados en museos como es el caso de los que están en
el Museo Arqueológico Nacional, con ejemplares muy bellos:
Mosaico geométrico, siglo IV. MAN. |
Lápida funeraria siglo V. MHB |
Y otros más con cruces:
Nos gustaría comparar estas figuras con otras que se presentan sobre otros materiales como los bordados:
Y también con ejemplares de rejerías en la puerta de la Biblioteca Nacional o un balcón de la calle Regueros, Madrid::
Y el esgrafiado de Segovia:
Y también los azulejos:
Los enlosados de Escher:
Mosaico siglo IV. MHB |
Nos gustaría comparar estas figuras con otras que se presentan sobre otros materiales como los bordados:
Bordado calado. Josefina Cuquerella |
Biblioteca Nacional. Madrid |
Rejería balcón. Madrid |
Esgrafiado en el Centro didáctico de la Judería. Segovia. |
Capilla de san Miguel de la Seo. Zaragoza |
Reproducción de pavimentos de Escher. Madrid, palacio Gaviria |
Tras todas estas composiciones hay una pauta geométrica, la belleza se expresa en términos matemáticos, tanto en la armonía de la forma de un árbol, de una célula o un copo de nieve como en las obras humanas que tienen arte.
BIBLIOGRAFÍA
Balil, A., "Estado actual del estudio de la musivaria romana", Príncipe de Viana, año 28, nº 106-107, 1967, 15-19
Corbalán, Fernando, La proporción áurea, Villatuerta (Navarra), 2012
Fernández-Galiano, Dimas, Las villas hispanorromanas, Madrid, 1992
López Monteagudo, Guadalupe, "La musivaria romana en época de Trajano", Espacio, tiempo y forma, serie II, Historia Antigua, T. 15, 2004, 181-204
Martín Casalderey, Francisco "Un fractal cosmatesco". En Internet: ; https://revistasuma.es/IMG/pdf/66/067-071.pdf
Poulsen, Frederik, Artes decorativas en la Antigüedad, Barcelona, 1939
Escher en Internet: http://www.mcescher.com/
https://www.arsgravis.com/los-fractales-un-orden-geometrico-en-el-universo/
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