domingo, 3 de junio de 2012

El origen del culto a las imágenes de María

Nos parece sugerente hablar del culto a María vinculándolo directamente a la aparición y desarrollo de la estatuaria e imaginería en el medievo occidental. A finales del siglo VI las imágenes marianas ya no eran rarezas porque existe una institucionalización del culto a las imágenes en ese momento. En la actualidad se sabe que el mundo cristiano de la Antigüedad tardía y la Alta Edad Media heredó el uso de las imágenes propio del paganismo, es decir se rendía especial culto a las imágenes a las que se atribuían poderes milagrosos al margen de las teorías oficiales de la Iglesia (Belting, 2010: 80). Pero hemos de clarificar, aunque parezca obvio, que cuando se habla de imágenes se habla de iconos, dibujos, medallas, estatuas, etc. Y a nosotros nos interesa resaltar el paso de las imágenes de dos dimensiones a las de tres.
                                          Museo Arqueológico  Nacional: Tesoro del Turuñuelo.Adoración de los Magos
 André Grabar es quien sugiere que en el medio rural occidental hubo usos inmemoriales para con las estatuas religiosas de la Virgen con el Niño o bien con las de los santos (1991:197-204). Estas estatuas se caracterizaban por el hieratismo, la frontalidad y porque van sentadas en un trono. Su explicación para que no queden apenas restos de ellas es que eran de madera o bien de materiales preciosos, las primeras eran deterioradas por el tiempo y las segundas por la rapiña humana. Recientemente hemos visto una estatuilla en terracota de una Virgen con el Niño del siglo VI hallada en Cartago*, se expone en el Instituto Bíblico y Oriental de León: hallazgo que puede ser de suma importancia para el desarrollo del culto a María, porque se trata de una escultura de bulto muy antigua, realmente no conocemos ninguna tan antigua, lo que nos lleva a decir que el origen de las estatuas marianas es muy antiguo y nace en el mundo bizantino. Es posible que las estatuas de terracota se destrozaran en la época de los iconoclastas bizantinos y por ello es extraordinariamente extraño su hallazgo. 
 Posiblemente desde la época carolingia se rindió culto sistemáticamente a estas estatuas que eran unas pocas y cuya devoción salía fuera de los cánones establecidos por la Iglesia, ejemplos de ellas serían las vírgenes negras o santa Fe de Conques. El rasgo común a varias es que son majestades, nombre que se relaciona con el hecho de que se representan sobre un trono, tema que proviene de la Antigüedad y pasa al cristianismo en las figuras de Cristo, la Virgen, los obispos y los mártires. Estas estatuas son colocadas en los altares o detrás de ellos, y el culto que se les profesa cae dentro de lo que se llama prácticas populares enraizadas en las costumbres folklóricas, no es la  iglesia oficial, que de todas formas lo tolera.


Estatuilla de barro cocido que representa a la Virgen María. Cartago siglo VI
                                                                         * Cartago siglo VI



Bibliografía utilizada
BELTING, Hans, Imagen y culto. Madrid: Akal, 2010
GRABAR , André, Las Vías de la creación en la iconografía cristiana, Madrid: Alianza Editorial, 1991