viernes, 10 de junio de 2016

EL MOTIVO DEL HACHA DOBLE: PRIMERA PARTE

El hacha doble es un complejo símbolo que proviene del Paleolítico y Neolítico, asociado al culto de la diosa madre y a divinidades telúricas similares. Para Cirlot está relacionado con el signo tau  y se representa en obras artísticas desde la India hasta Inglaterra, pero es  en la cuenca mediterránea, en África y en Creta donde más se ha utilizado.
Este motivo aparece en cerámica, en esculturas, en joyas y amuletos.  Lo cual nos da a entender su importancia y su capacidad para difundirse. En el libro de Elworthy The evil eye se muestra un hacha (fig. 43 y 44) que se halla en el Museo Etrusco de Bolonia y a la que da el nombre griego de  pelekys  que es hacha doble. Como tiene anilla para suspensión se supone que se trata de un amuleto.
La Gran Diosa Minoica es representada con este hacha en un sello de oro de Creta (Campbell, 2013: 103)  y también aparece en un pequeño santuario que encontró Arthur Evans  en el palacio de Cnosos del Minoico Tardío III, se trata de dos pares de cuernos hechos de estuco y  entre ellos apoyada un hacha doble de esteatita. Cada uno de los cuernos tenía una hendidura en el centro para insertar el mango del hacha.  Marija Gimbutas considera que este hacha es una epifanía de la Gran Diosa (1991: 83).
Con gran frecuencia encontramos el hacha situada sobre la cabeza de un buey entre sus cuernos, esta afirmación no solo la avala Cirlot (1982:234) y Siret (1908: 151) sino otros muchos historiadores como la misma Gimbutas (1991: 82-83) y otras más recientes (Baring y Cashford, 2014: 140-146). Su forma tiene variaciones que van de un realismo claro a un esquematismo total, pero el motivo se mantiene. 

Este tipo de motivo también lo hemos encontrado en las culturas prerromanas de la península Ibérica.
Cultura tartésica.- El tesoro del Carambolo es un conjunto de joyas de oro, descubierto en 1958 en Camas, Sevilla: placas, brazaletes, pectorales o hachas y un collar. Una de las piezas del tesoro del Carambolo, que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional,  puede ser una representación de una doble hacha, esa es nuestra hipótesis y en general compartimos las interpretaciones de Pellicer y Ruano (1988:92-93), aunque algunos ven una piel de toro en vez de un hacha. En la exposición permanente del museo junto al tesoro se muestra una animación con dibujos en los que aparece un toro con esa pieza sobre sobre la testuz, lo que parece otra variedad de colocación del hacha sobre el toro.  El llamado pectoral o frontil está decorado con semiesferas lisas y rosetas troqueladas fundidas entre sí, en las  explicaciones de las piezas se dice que los frontiles servían para ser colocados a los bóvidos en las procesiones.
Tesoro del Carambolo. MAN

Pero este no es el único ejemplo de la representación del hacha doble en la cultura ibérica porque hay otros.
Cultura Ibérica.- De esta cultura podemos poner algunos ejemplos de objetos que hemos fotografiado en el Museo Arqueológico Nacional como una columna con capitel decorado con motivos incisos: presenta bandas alternas de círculos concéntricos y dobles hachas en vertical y horizontal, puede ser columna de una tumba o altar. Pertenece la cultura ibérica del siglo II a.C. y fue hallada en el Cortijo del AhorcadoBaeza (Jaén).
Columna-capitel decorado. Cultura Ibérica:
Cortijo del Ahorcado. MAN

Otro ejemplo más esquemático se encuentra en una caja funeraria del siglo IV a C. procedente de Galera (Granada), en la necrópolis de Tútugi de la cultura ibérica también; observamos que la tapa en la parte superior tiene una cenefa pintada con dobles triángulos o hachas y rectángulos rojos.
Urna funeraria. Galera (Granada)
MAN


Finalmente consideramos las falcatas encontradas en la Necrópolis de Almedinilla (Córdoba). Hay una con empuñadura con ataujía de plata, que acaba en cabeza de caballo y adornos también en la empuñadura con aspecto de hacha de doble filo. Estas falcatas están datadas entre el siglo IV a. C. y el comienzo de era. Sus adornos hacen pensar en que tienen un valor simbólico, indicador de estatus social y como amuleto, igualmente cumplen funciones heráldicas, protectoras y funerarias y también poseen símbolos de alguna divinidad.
 De momento esto es lo que podemos adelantar, seguiremos ahondando en este bello motivo tan apasionante en diferentes épocas y lugares.
Bibliografía
Baring, A. y Jules Cashford, El mito de la diosa, Madrid, 2014
Blázquez, J.M., Primitivas religiones ibéricas, tomo II, Madrid, 1983
Campbell, Joseph, Diosas, Girona, 2015
Cirlot, E., Diccionario de símbolos, Barcelona, 1982
Gimbutas, Marija, Dioses y diosas de la vieja Europa 7000-3500 a. C., Madrid, 1991
Lucas Pellicer, Mª R. y Encarnación Ruano Ruiz, "El Cortijo del Ahorcado: Estudio de los restos arquitectónicos de época ibérica", Espacio tiempo y forma, serie II, Historia Antigua, 1988, 79-103
Siret, L., Las Casitérides y el imperio colonial de los fenicios, Mojácar, 2014

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